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Crítica doble a Whiplash: Un buen redoble de tambor

Publicado el 23 enero 2015 por Perraez
Crítica doble a Whiplash: Un buen redoble de tambor
A -Deberían ilegalizar esta película, te transforma, te mete tanta adrenalina en las venas que se semeja a los efectos de cualquier droga de diseño ( ¿Cómo sabes tanto de drogas? El camello es mi hermano), acabas la película y aún estas temblando, con tics nerviosos y apunto de sufrir un paro cardíaco. Pero no, no sufres nada, solo te arrepientes de que dure solamente una hora y media, necesitas más y más, el final es comparable a encontrarse dinero en un bolsillo abandonado. 
P - Para que luego digan que no se puede amar a personajes hijosdeputa. Esta película son, principalmente, tres cosas: el musicote (decir que tiene ritmo es poco), el montaje (espero por vuestro bien, buena gente de la academia, que se lleve el Oscar) (si no me encargaré personalmente de vosotros) (os mataré) (bien matados) (muerte para vosotros). Ah sí, que había una tercera cosa, se me había olvidado con tanto odio asesino. JK Simmons. Ah, y una cuarta cosa, antes de que se me olvide. JK Simmons. Sí, porque todo el lío que está montanto su actuación es más que merecida, lo siento por los otros candidatos, pero le darán el Oscar a él. O eso espero. Sino muerte para vosotros y todas esas cosas que he dicho antes. Os estoy vigilando...
Crítica doble a Whiplash: Un buen redoble de tamborA - Me preocupas, muy seriamente. No se si me da vergüenza o miedo admitir que estoy a favor de tus pensamientos genocidas. Impresionante la batalla de actuaciones entre Miles Teller y el calvo con la vena en la frente que más impone de todo el cine. Si Simmons se merece el Oscar es, a parte de su interpretación, es por el miedo que da. Esa mirada se te clava en lo más profundo de tu ser. Si yo fuera el joven Andrew me hubiera lanzado al cuello de este profesor toca pelotas en el primer segundo. Miento, me hubiera lanzado al cuello de la preciosidad de chica con la que salgo, echo de menos algo de relación sentimental en el joven Andy, el mejor batería del presente siglo virgen...
P - No he podido evitarlo, se me ha despertado la vena asesina, escribiendo esta crítica al ritmo de "Caravan", una de las canciones de la película, puedo decir de todo menos cosas objetivas. Cosas objetivas. Igual hay gente que viendo el argumento pueda pensar que no hay para tanto, pues aparentemente no deja de ser la típica película de un alumno bajo las órdenes de un cabrón nazi. Muy visto, ¿no? Pues no, porque nada en esta película será algo que hayas visto anterior. Todo es diferente y todo es mejor. Bueno igual soy un motivado de mierda, pero si os disgusta lo que digo no me leáis, mira que fácil es.
A - No influyas en nuestros lectores negativamente capuyo, menos mal que nadie nos hace caso, leednos pequeños, leednos y criticarnos como nosotros desplumamos cualquier cosa que se grabe. Respecto a ti, película ruidosamente hermosa, te has librado de nuestro cruel látigo, nos has ganado pero bien. Voy a hablar de la escena final, talvez algunos digais; eh tio no espoilees, callate y lee. Una escena final tan única que te atrapa y no te deja pensar durante unos minutos. Sinceramente no esperaba que fuera ese el final, me esperaba una escena después un final estandarizado y típico, pero cuando empecé a ver el increíble montaje de la última escena entendí que esta película me iba a marcar muy fuerte.
P - Para terminar, voy a intentar no ser tan demagogo. Esta peli es la polla. Perdón se me ha escapado. Es que es demasiado buena. Bueno, va, dejémoslo. Una de las principales virtudes de la película es lo poco de su efectismo. Que cojones, es de las películas menos efectistas que he visto. Igual para algunos la propia banda sonora sea efectista, pero mira, yo no lo considero así. No es que sea un relato para el espectador, es una historia creada para el disfrute del propio arte, pues no intenta convencer al espectador de ninguna manera, deja que la propia película convenza al espectador. Gente, esta película es única. No solemos ser muy benévolentes en nuestras críticas, pero esta película se lo merece. Señor Damien Chazelle, te has ganado el pulgar arriba de La Taquilla Roja. Ole tus cojones.
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