Ruppert Wyat, Amanda Silver y Rick Jaffa dejaron el listón bastante alto con 'El origen del planeta de los simios'. Gracias a la dirección precisa y contundente de Wyat y un guion sólido de Silver y Jaffa pudimos disfrutar de una de las mejores precuelas jamás hecha, convirtiéndose en algo más que en un producto. De 'El origen del planeta de los simios' podríamos destacar, además de lo anterior, los maravillosos efectos especiales que nos dejaron los ojos como platos, o las actuaciones de James Franco y Andy Serkis -sobre todo este último-. Pues de la secuela, 'El amanecer del planeta de los simios', podemos decir lo mismo sólo que sin James Franco y mejorando sustancialmente los efectos especiales. Y Andy Serkis, como César, por supuesto. De hecho, un alto porcentaje de la película es César, su forma de expresarse, sus movimientos, todo.
La película se sitúa temporalmente diez años después del final de 'El origen del planeta de los simios', con los simios reinando en el bosque. Estos viven en comunidad de forma pacífica en unas chabolas primitivas construidas a base de madera. Todo está tranquilo hasta que aparecen los humanos, dando pie al conflicto de la película: ¿quién es el malo? Y que no se posicionen en ningún momento es lo mejor de la película, dejando que el espectador piense lo que quiera. Es cierto que por mi parte vi a los simios menos malo por culpa de ser tan achuchables -en algunos casos, ¿eh?, que no me gustaría abrazara a Koba-. El conflicto está bastante presente durante todo el metraje, y se agradece que no recurran a explicaciones absurdas para explicarlo. Hay un par de momentos predecibles, y uno de ellos es bastante importante, un fallo que no se les puede perdonar. Es cierto que es algo difícil de solucionar, pero al ser cuatro guionistas podrían haber hecho algo menos previsible. También es cierto que al ser un momento tan épico no importa demasiado anticiparse a lo que pasará. Todos los personajes están muy bien dibujados -César y Malcolm, el líder de los ingenieros, son los que mejor están- y guardan coherencia en todo momento. En el caso de los secundarios, por ejemplo, se echa en falta algo de profundidad, ya que solamente pasan de ser malos a ser más malos.
Si algo llama la atención de la película es que los momentos de acción son menos entretenidos que los momentos en los que Malcolm está con los simios, en los que nos ponemos tensos al no saber qué puede pasar en cada momento. No quiero que me malinterpretéis, porque las escenas de acción son entretenidísimas, así que imaginad cómo son las otras. Podemos notar el cuidado que Matt Reeves ha puesto en la dirección, tanto a la hora de planificar como en la dirección de actores, complementando ambas de manera fabulosa. La planificación tiene algunos momentos brillantes que no describiré para que podáis disfrutarlos más cuando los veáis. La dirección de actores es, junto a los efectos especiales, lo mejor de la película: hace que creamos que los simios son simios reales y no unos señores y señoras con un traje de captura de movimiento. Evidentemente en este apartado hay que destacar al grandísimo Andy Serkis, haciendo un trabajo emocionante, sensible e impecable. Me sorprendería para muy mal que no se llevase como mínimo veinte nominaciones. En el bando de los humanos hay un poco de todo: Jason Clarke -quien comparte gran parecido con Chris Pratt, ¿casualidad)- como portavoz de los humanos hace una actuación notable como portavoz de los humanos. De los secundarios destacar a Keri Russell y Kody Smit-McPhee. En el otro lado de la balanza tenemos a Gary Oldman que, a pesar de todo el bombo que se le ha dado, aparece como secundario soso. No sé si será cosa del guión o del propio Oldman, pero su personaje es el que peor dibujado y aprovechado está. Sus motivaciones son claras, pero no tienen toda la coherencia que deberían. Una pena.
Una cosa que ha conseguido esta película es que me ha dejado con ganas de más secuelas, a pesar de estar en contra cuando no están justificadas y lo único que hacen es estirar la historia hasta llegar al absurdo. De momento lo están haciendo bien, esperemos que sigan en esta línea.
En definitiva, 'El amanecer del planeta de los simios' es una secuela de una precuela más que digna. Distinta a su predecesora, ni mejor ni peor. Muy recomendable, sin ningún tipo de duda.