Crítica: "El Chef, la receta de la felicidad"; ¡la cuenta, por favor!

EL CHEF, LA RECETA DE LA FELICIDAD
Título Original: Comme un chef Director: Daniel Cohen Guión: Daniel Cohen Música: Nicola Piovani Fotografía: Robert Fraisse Interpretes: Jean Reno, Michaël Youn, Raphaëlle Agogué, Julien Boisselier, Salomé Stévenin, Serge Larivière, Issa Doumbia, Bun Hay Mean, Pierre Vernier, Santiago Segura Distribuidora: A Contracorriente Films Fecha de Estreno: 5/12/2012
¡LA CUENTA, POR FAVOR!
Es curioso ver como la carrera de Jean Reno se ha movido a lo largo de su vida entre las comedias y las películas de acción. El actor francés, al que conocemos más por su faceta de tipo duro, ha sabido moldearse y hacer películas tanto de un género como de otro, unas más afortunadas que otras. El chef, la receta de la felicidad es la ópera prima de Daniel Cohen y supone otra incursión de Jean Reno en la comedia.
La película narra la historia del joven Jacky Bonnot que sueña con triunfar en un gran restaurante. Pero su precaria situación económica le obliga a aceptar trabajos como cocinero que ni siquiera consigue conservar. Un día se cruza en su camino Alexandre Vauclair, un célebre chef, cuya acomodada posición se ve amenazada por el grupo financiero propietario de sus restaurantes. 
Michaël Youn es el encargado de dar vida a ese joven cocinero que, por cosas de la vida, no puede ejercer la profesión para la que tiene un verdadero don. En su ardua tarea de intentar ganarse la vida como chef se topará con Alexandre Vauclair, interpretado por Jean Reno, un célebre chef con problemas tanto personales como profesionales. Daniel Cohen construye una comedia sencilla y ágil con un mensaje sobre la perseverancia y la lucha por nuestros sueños que se desinfa al profundizar en los temas personales de nuestros dos protagonistas.
El don  y facilidad que nuestros protagonistas tienen para la cocina se vuelve en incompetencia cuando se trata de resolver temas personales. Por un lado tenemos a Jacky, cuya inmadurez pone en peligro su matrimonio. Por otro lado está Alexandre, que vive tan dedicado a su pasión que se ha olvidado que tiene una hija. Ambas subtramas, necesarias para entender muchas cosas de nuestros protagonistas, se vuelven tediosas y hacen que la película sufra una caída en picado de la que, en muchas partes de la cinta, es difícil remontar el vuelo.
Es imposible hablar de esta película sin nombrar la participación de Santiago Segura que interpreta a un experto en cocina moderna y encargado de regalarnos algunas de las escenas más simpáticas de la película. Precisamente a la ópera prima de Daniel Cohen le sucede lo mismo que a muchos platos de la cocina moderna: por muy bien presentados que estén a veces no nos gusta lo que nos encontramos.