Gracias a la editorial Ambar descubrí la novela Luz Mortecina de Stuart MacBride y quedé enamorada del estilo policiaco de este autor que no he podido dejar pasar su primera novela, El coleccionista de niños.
EL COLECCIONISTA DE NIÑOSStuart MacBrideEditorial Ambar
Logan McRae es un "héroe" policial que acaba de volver a su trabajo como subinspector en la jefatura de policía de Aberdeen, lugar donde transcurre la historia. Enseguida se topará con los asesinatos macabros de varios niños y tendrá que lidiar con toda clase de psicópatas, abogados, inspectores y con la dura agente Watson.
Lo primero que llama la atención cuando buceas por las páginas de este libro es la ambientación que hace el autor. Vamos a viajar en un coche por las calles de Aberdeen, con la lluvia que nos calará hasta los huesos y esos bloques de vivienda de granito. Esta ambientación tanto climática como de lugar hace que sintamos más la historia, que conozcamos más a los personajes ya que su estilo de vida siempre viene influenciado por el lugar en el que te mueves.
Al ser el primer libro de Stuart MacBride se nota algo de inmadurez en la escritura, corroborable en las otras dos entregas, donde mejorará notablemente. También hay una falta de tacto para tratar ciertos asesinatos, en este caso, niños, que puede herir la sensibilidad de algunas personas. Yo, al haberme leído ya Luz Mortecina, al que considero mucho más "morboso", no creo que se exceda demasiado en este libro al contar detalles de los asesinatos, más bien es, una descripción de una realidad.
Otra de las características del libro y que lo hacen diferente a otros libros de novela negra es la dificultad para descubrir el asesino debido a varias razones, entre las cuales, podemos destacar, que el libro no sigue un único caso sino que hay varios que se entrelazan y, por tanto, no hay solamente un único culpable; y que sabemos que el asesino ha aparecido ya en el libro pero no lo localizamos, podría ser el protagonista de cualquiera de las otras investigaciones.
Estamos ante un libro que no tiene un único protagonista pero que a la vez sí lo tiene, es decir, el libro cuenta la historia del subinspector Logan McRae y cómo se las arregla para resolver los casos con meteduras de pata incluídas, pero no podemos olvidar a todas las personas que lo rodean que cobran mucho más protagonismo que un "actor secundario" entre ellas, la agente Watson, la inspectora Steel, el inspector Insch, la doctora Isobel McLister, Sandy el Serpiente, Colin Miller... todo ellos muy bien caracterizados dentro de su papel.
Un detalle en la edición es la numeración de los capítulos en los que aparece el número junto con un osito de peluche mutilado y ensangrentado. Lástima que este detalle no aparezca en los libros posteriores, pues hace más "morbosa" su lectura.
Para terminar, la novela nos sorprende con un buen final, conciso y resuelto, algo que te deja con un buen sabor de boca y quieras seguir leyendo más de este autor. Sin duda, recomiendo esta novela.
9
--- Agradecimientos a la Editorial Ámbar por ceder esta novela ---
Nota: Se sorteará un marcapáginas del blog entre todos los comentarios sustanciales de esta entrada
Ver también: Reseña Luz Mortecina, de Stuart MacBride