En ésta ocasión voy a hablaros de la película de Anton Corbijn “A Most Wanted Man” (El hombre más buscado). No voy a ocultar mis cartas ni a jugar a dos bandos como muchos de los personajes que aparecen en este tipo de películas, lo confieso, soy un gran apasionado del cine de espionaje. Ya puede ser la segunda guerra mundial, la guerra fría o los grandes sistemas de seguimiento actuales, estás películas tienen esa carga de tensión que te hacen estar bien pegado a la butaca mientras el director te hace partícipe del juego que hay en pantalla.
Crítica de El hombre más buscado
Por Fernando Hernández
Cuando terminé de ver el tráiler de A most wanted man (El hombre más buscado) hace un tiempo no pude dejar de pensar en lo que nos podía venir encima, una nueva película del espionaje basada en una novela de John le Carre y encima protagonizada por Phillip Seymour Hoffman, literalmente me estuvo a punto de explotar la cabeza. Juntar a uno de los genios de las novelas de espionaje con uno de los mejores actores de la era moderna podría tener como resultado una de las mejores películas de espionaje y un magnífico cierre para gran larga serie de interpretaciones de Hoffman.
El hombre más buscado nos sitúa en la época post 11S, más concretamente en la ciudad alemana de Hamburgo, donde fueron gestados los planes que llevarían a Estados Unidos a sufrir el ataque terrorista más duro y grotesco de su historia. Ahora, sus servicios de inteligencia y contraterrorismo son observados minuciosamente para que no vuelva a ocurrir ningún error. Es bajo este prisma donde se sitúa Günter Bachman (Phillip Seymour Hoofman) y su unidad, ellos se encargan de hacer todo lo que los servicios de inteligencia alemanes no deberían de hacer.
Como dice Bachman:
“si tenemos que hacernos sus amigos, somos sus amigos” , ”a veces para pescar una barracuda hay que pescar primero a un pez pequeño”
El título de la cinta hace un doble juego, por un lado el hombre más buscado en ese momento por todos los servicios de espionaje del mundo es Osama bin Laden, por otro lado el más buscado durante la película es Issa Karpov (Grigiriy Dobrygin), medio ruso medio checheno llega al puerto de la ciudad y con un pasado oscuro, será objetivo no solo de la unidad de Bachman sino además de otros órganos del gobierno alemán que quieren sumar cierto prestigio al sistema de seguridad germano.
Comienza así esta partida de ajedrez, donde encontramos que las piezas pueden ser movidas por diferentes personajes, cada uno con sus propios intereses y motivaciones. Bachman quiere al joven para poder alcanzar con él a un objetivo mayor, el gobierno alemán lo quiere para mostrar mano dura contra los yihadistas, la CIA quiere apoyar al órgano que le dé resultados más rápidos. A cada movimiento de pieza se constata lo que cada parte está dispuesto a dar por alcanzar sus objetivos; mentira, traición, cometer delitos por alcanzar un bien mayor, serán las armas que cada parte tome durante la partida.
Por otro lado y como en toda partida de ajedrez se cuenta con los peones, esas piezas que podemos mover y sacrificar para alcanzar otro objetivo. El caso que El hombre más buscado cuenta con unos peones espectaculares, un Willem Dafoe maravilloso que interpreta a un banquero inglés con la moralidad un tanto trastocada, una Rachel McAdams que tras sus primerizos escarceos en el cine de adolescentes cada vez se muestra más como una futura gran actriz, un Daniel Brühl al cual el papel se le queda pequeño, cosa que no puedo llegar a entender, como un gran actor como Brühl puede tener tan pocas líneas de guion.
Cabe destacar que Robin Wright esta espectacular, parece que la madurez interpretativa que ha alcanzado le puede llevar a convertirse en una actriz de Oscar si elige bien sus papeles. En esta ocasión da forma al representante de la CIA en Alemania, dando muchísimo juego a los momentos que comparte en pantalla con Hoffman. Todo espectador apasionado de lo grandes momentos de diálogos de cine, lo que yo llamo “momento frase”, deberá de prestarle toda su atención al resultado de juntar en pantalla a Hoffman y a Robin Wright.
Y como no puede ser de otra manera, el rey es el rey, Phillip Seymour Hoffman sigue siendo la joya de la corona, incluso en esta cinta que se estrena tras unos meses después de su fallecimiento. Hoffman da un recital de actuación en todo momento que sale en pantalla, podría llegar a decir que tiene más talento fumando un cigarrillo o dando un trago de whisky que muchos actores con más premios y fama que la que pudo tener él.
Pese a un gran argumento y unas más que destacables interpretaciones, El hombre más buscado peca de una gran falta de ritmo. Anton Corbijn nos prepara una mesa increíble con un menú espectacular, pero incluso en el mejor de los restaurantes si haces esperar mucho a tus comensales éstos se quejan. El gran obstáculo que rompe el timing de la cinta, es la espera al más que evidente clímax final, al cual el espectador llega tras partes excesivamente alargadas de la trama.
En definitiva, no es la mejor adaptación que se ha hecho de las novelas de John le Carre, muy lejos quedan adaptaciones como El Jardinero Fiel o El Topo. Pese a esto, quien decida pasar dos horas de su vida acompañadas del bueno de Hoffman y compañía, disfrutará de una historia muy inversiva y emocionante, esto último sobre todo por los grandes duelos interpretativos.