[Crítica] ‘El lobo de Wall Street’: Vive la vida loca
Patricia Esteban 17 enero, 2014 0
La codicia, el afán por tener siempre más y más dinero, es lo que mueve a este bróker llamado Jordan Belfort. El sexo, las drogas, las juergas desfasadas, las prostitutas, los monos en patines y los enanos volando por la oficina, las (sí, más) drogas y (sí, más) más sexo y prostitutas, vienen después, cuando este personaje que interpreta Leonardo DiCaprio consigue tanto dinero, estafando y engañando, que no sabe qué hacer con él. Y su empresa y su vida se convierten en una fiesta continua, con discursos predicadores a sus empleados, con apuestas locas, afeitando el pelo a las secretarias, con bandas de música entrando en la oficina o tirando langostas a los policías que le investigan. Este es el lobo de Wall Street.
Esta comedia, con la que es inevitable no pensar en la tropa de mafiosos de Uno de los nuestros o de Casino, es la última película de Martin Scorsese, que nos trae la vida de Jordan Belfort, que escribió su autobiografía y que, más tarde, Terence Winter, guionista de Los Soprano o de Boardwalk Empire, adaptó al formato guión. En ella cuenta la historia de su ascenso a multimillonario desfasado junto a una banda de timadores de poca monta a los que adoctrinó para estafar a millones de personas. Y, muy sucintamente, también cuenta su (relativa) caída, paso por la cárcel y resurrección y conversión a predicador de métodos de venta infalibles para hacerse rico.
Dentro de la camada de este lobo que interpreta DiCaprio destaca sobre todo Jonah Hill como el hombre de confianza del protagonista y por ello ha conseguido una bien merecida nominación al Oscar como mejor actor secundario. Pero también podemos disfrutar de Jean Dujardin (The Artist) como el banquero suizo encargado de blanquear millones y, sobre todo, de Matthew McConaughey (Mud), que interpreta aquí al mentor de Beldford en el mundo de la selva que es Wall Street, y que con solo un par de secuencias en pantalla deja una interpretación para el recuerdo.
DiCaprio, actor pero también productor de la cinta, lidera esta banda de timadores gracias a la cual ya se ha llevado el Globo de Oro a mejor actor de comedia. Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio habían trabajado juntos ya en cuatro ocasiones, en Shutter Island, Infiltrados, El aviador y Gangs of New York. Y ahora, gracias a este lobo empresarial, han conseguido cinco nominaciones a los premios Oscar; a mejor película, mejor director (Martin Scorsese), mejor actor principal (Leonardo DiCaprio), mejor actor de reparto (Jonah Hill) y mejor guión adaptado (Terence Winter). Cinco nominaciones importantes para una película tan (positívamente) excesiva en su ambientación, como en su metraje (tres horas de las que no sobra ni un minuto), en sus tacos (506 “fuck” en 180 minutos son muchos “fuck”), como excesivos son los personajes y lo que viven en su día a día. Una traslación al Cine (en mayúsculas porque lo firma el mejor Scorsese) de una vida real que supera la ficción. [pinit] Share on Tumblr ETIQUETAS » Globos de Oro, Jonah Hill, Leonardo DiCaprio., Martin Scorsese, matthew mcconaughey, Oscars, Oscars 2014, PortadaOK, Premios Oscar Escrito en » CINE, Críticas