Crítica: el último riesgo

Colette está cansada de ser la oveja negra de su familia, es decir, el proyecto fallido del prestigioso matrimonio Kessler. Ahora, más que nunca, está dispuesta a demostrar su valía profesional como periodista. Cuando le llega una oportunidad laboral, acepta jugárselo todo. Pero no cuenta con reencontrarse con la única persona capaz de confundirla lo suficiente para echar por tierra su determinación de alejarse de aquello que todos llaman tentación. Sin embargo, lo más difícil será lidiar con un gran secreto que llegará para desequilibrarla, dejándola confusa y vulnerable.  Una carrera prometedora que terminó abruptamente, un físico que deja boquiabiertas a las mujeres, y una determinación de acero, son las marcas distintivas de Jake Weston, un afamado tenista californiano. No se toma ninguna relación en serio, en especial desde la traición de su ex prometida. Cuando el programa de televisión que conduce es cancelado de repente, su vida pierde el Norte. Pero el destino es curioso, y pone en su camino a la única mujer que su memoria no ha sido capaz de olvidar. Solo hay un ligero detalle. Colette lo detesta, y él, la desea. Después de todo, parece que el pasado ha llegado para cobrar una deuda pendiente. 

Nos encontramos con el primer libro de la saga Match Point, escrita por Kristel Ralston. Autora que no había tenido la ocasión de conocer hasta el momento, pero que me ha sorprendido muy gratamente con esta novela. Una historia que tiene muchos ciclos abiertos, (miedos e inseguridades) que  se irán resolviendo a medida que se vaya acercando el final.
Jake  es un hombre misterioso, de buen ver y económicamente acomodado, que a pesar de tener todo a su alcance, no consigue encontrar la felicidad plena. Hasta que por circunstancias del destino, Colette vuelve aparecer en su vida trastocando todos sus sentimientos.

—No necesito un Norte cuando he encontrado mi brújula constante para llegar siempre a mi puerto seguro. Tú.

La autora consigue reflejar a la perfección cada uno de los miedos de los protagonistas, es increíble la manera en la que narra cada uno de los diálogos y experiencias vividas entre ambos. Sin duda consigue camelar al lector haciendo que en ningún momento quieras dejar de lado su lectura.
Colette es una chica humilde, que a pesar de pertenecer a una familia de dinero no quiere saber absolutamente nada de ello. Ella vive la vida a su manera, y disfruta con su profesión que a pesar de ser una más, no termina de convencer a su entorno familiar. Pero gracias a su lucha y a sus ganas de seguir adelante con sus propósitos, se volverá a cruzar con ese chico que hace unos años le arranco un trocito de su corazón.
El único pro, por así decirlo que encontrado a la historia ha sido el final, ha resultado algo repetitivo. Pero a pesar de todo me ha encantado como ha terminado la historia entre ambos protagonistas, ahora estoy deseando leer la próxima novela de la saga.

En definitiva, un libro que merece la pena leer. Me ha sorprendido muy gratamente y en ningún momento me ha decepcionado. Sin duda lo recomiendo leer a todas las románticas empedernidas como yo, lo que en un principio no parece nada del otro mundo termina convirtiéndose en una maravillosa historia de amor.