Crítica: La Última Pelea (Warrior)

Con tantas chingaderas en cartelera haciendo millones de dólares y portales de internet anunciando sus grandes hazañas (si estoy hablando de Amanecer, de quien más), es una tristeza que aún con el esfuerzo de propaganda por parte de la distribuidora, no tenga la asistencia que se merece en las salas de cine.

“Warrior” es otro melodrama pugilístico, sobre el nuevo deporte de las artes marciales mixtas (MMA) – Ultimate Fighting. El mismo que esta tomando cierta importancia entre los jóvenes y que hasta llega a tener un episodio de Los Simpsons.

Esta es la historia de una familia destruida tiempo atrás y donde Tommy (Tom Hardy) se reencuentra con su viudo padre Paddy (Nick Nolte) después de haber desaparecido durante los últimos 14 años. Su distanciamiento se debe a la violencia familiar que padecieron a causa de las borracheras del padre de familia y que por fortuna ya renunció a la bebida, pero el resultado de su pasado es un gran sentimiento de culpa y el desprecio de sus hijos. Lógico que Tommy  no es capaz de perdonar al cruel papá que abandono a la mamá a su suerte y a pesar de eso le pide que lo entrene a luchar por el premio de cinco millones de dólares en un torneo de artes marciales mixtas.

En el otro bando esta Brendan (Joel Edgerton), quien es un popular profesor de física y un hombre de familia que no puede pagar su hipoteca. Su situación resulta ser un reflejo de la realidad económica de varios estadounidenses que se vieron forzados a pedir un préstamo y las tasas de interés que se dispararon por los cielos impidiendo el pago a los bancos. Ante la impotencia de perder la casa, Brendan regresa a luchar al circuito de la MMA sin importarle que este en contra su esposa Tess (Jennifer Morrison).

Como se desarrolla la historia, llegamos a entender algunas de las circunstancias de los personajes y las razones de esas opciones aparecen bajo una nueva luz. Sólo que no trasciende más allá del perdón que duramente ganado a través de los golpes, entonces  más de la mitad de la película son secuencias de sangrientas batallas en el ring que permiten emocionarnos gracias a la excelente coreografía.

Buena parte del éxito se debe a que los actores logran reflejar la angustia de su sufrimiento, esa impotencia de no poder perdonar porque el pasado les sigue persiguiendo constantemente. Cada quien con su peculiar personalidad hacen que el desenlace tenga más importancia que las similitudes con Cain y Abel en una lucha a muerte.

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Lo único difícil de predecir es quien de los hermanos va ha ganar tan importante suma de dinero. Aunque resulta coherente que sea Brendan y hasta más impactante su trayectoria de desconocido a campeón de la noche a la mañana. Y por otra parte esta Tommy que por fin logra perdonar y liberarse de tanto resentimiento, algo que no había podido obtener ni con todos los millones de dólares.  

El director Gavin O’Connor (“Miracle” / “Pride and Glory” / “Tumbleweeds”) sigue el guión con una desesperada energía que hacen olvidarnos de las cosas predecibles, clichés, y las inevitables lecciones de vida que deben de aprender nuestros protagonistas. Si lo anterior se escucho muy cursi, entonces las escenas de peleas extremadamente bien coreografiadas los harán reconsiderar. Y esa es la historia de esta película que del reciclaje, logra cautivar a su audiencia con un excelente reparto, escenas de lucha cada vez más fascinantes y un libreto donde la sinceridad es la constante para opacar los obvios clichés.

Calificación: ★★★★☆ 

Trailer La Última Pelea (Warrior)