Revista Cultura y Ocio

Crítica literaria nº28: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

Publicado el 22 enero 2015 por Tazadelibros @Tazadelibro
Crítica literaria nº28: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollasFicha técnica
Título: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas

Autora: Laura NortonEditorial: S.L.U. Espasa librosIdioma: castellano352 páginas


SinopsisSi estás leyendo estas líneas es que te ha llamado la atención el título.¿Te gustaría decírselo a alguien?¿Serías capaz de decírtelo a ti mismo?Y lo más importante: ¿te gustaría mantener durante un buen rato la sonrisa que se te ha quedado en la cara? Pues esta es tu novela.
Te podríamos contar con más o menos gracia de qué va la cosa, para que te hicieras una idea: que si la protagonista, Sara, es muy maja, que si tiene un trabajo muy interesante (es plumista, ¿a que nunca lo habías oído?), que si es un pelín obsesiva y alérgica a los sobresaltos... Por supuesto, la vida se le complica y se encuentra con que su piso se convierte en una especie de camarote de los hermanos Marx cuando en la misma semana se meten a vivir con ella su padre deprimido, su hermana rebelde y su excéntrico prometido y, sobre todo, el novio al que lleva mucho tiempo sin ver... Pero mejor no te lo contamos porque te gustará leerlo. Lo único que necesitas saber es que, desde el título, te garantizamos unas cuantas horas de descacharrante diversión como hacía tiempo queno disfrutabas.
CríticaVale sí, es imposible que el título no te llame la atención ni tengas curiosidad por saber de qué trata. Pero no fue sólo eso lo que hizo que me decidiera a leer el libro, porque sinceramente no leo muchos libros de autores españoles (muy pocos me han gustado de verdad), pero al ver tantas reseñas buenas en internet éste libro me estaba gritando "entra y léeme". 
El primer capítulo de la novela empieza contando un suceso en la juventud de la protagonista, Sara Escribano, que le marcó profundamente. Por ello, decide dejar de estudiar oposiciones para química y dedicarse a ser plumista. A pesar de las negativas de su padre, consigue convencerlo para que le alquile el antiguo local de su abuela y llevar su propio negocio. 
Con el paso del tiempo, las ilusiones de Sara van cayendo, su tienda no pasa por su mejor momento y encima su novio se va un año a París a trabajar. Un día le surge un proyecto en el cual pone muchas esperanzas para que ni su negocio ni sus sueños caigan. Pero justo cuando pensaba que su vida iba a cambiar para bien, durante una cena familiar, todo se tuerce. Sus padres anuncian que se separan, ya que su madre se ha buscado "algo mejor". Su padre se mete en casa de Sara destrozado y amargado. Como esto aún no es suficiente(porque el libro tiene locuras para rato), su hermana pequeña, la modelo guapísima y perfecta que lo tiene todo en su sitio, le dice que se va a casar con un músico que apenas conoce...pero que para sorpresa de Sara, ella sí le conoce. ¿Algo más? Sí. Su novio volverá a España una semana para darle una importante noticia, y además, no vendrá solo.
A partir de ese momento, la casa de Sara parecerá de todo el mundo menos de ella, todos se van y salen cuando quieren y como quieren. Su padre la vuelve loca intentando volver a ser joven otra vez, su hermana insiste en que le haga el vestido de boda, su novio Roberto que tiene que hablar seriamente con ella, un vikingo que aparece de sorpresa, los amigos músicos de su prometido que montan fiestas en su casa, etc. Vamos, que la prota se tiene ganado el cielo.
La historia está narrada desde la perspectiva de Sara, por lo que vivimos en primera persona sus desvaríos y problemones de los cuales sale cada vez menos inestable mentalmente. 
En general, todos los personajes son muy buenos, pero los que de verdad me han sadaco de quicio han sido los padres. Tan egoístas y cabezotas, que se centran tanto en ellos mismos que dejan de importarles lo que piensen o pasen sus hijas.  Otra cosa que no me ha terminado de convecer ha sido el final, un happy ending en toda regla (porque estas comedías románticas siempre terminan así) pero tan precipitado y rápido que creo que la autora quería terminarlo en una hora y con tres cafés en el cuerpo.
Pero sin duda, no puedo negar que me he reído muchísimo con este libro, que a pesar de ser tan normalillo, está lleno de humor, diálogos irónicos y divertidas situaciones. 
Puntuación
4/5 tacitas
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