Revista Cine
La animación española suele triunfar tanto dentro de nuestras fronteras como en el extranjero cosechando buenas críticas. Este fin de semana se estrena 'Ozzy', una nueva cinta animada que aspira a convertirse en un nuevo taquillazo gracias a la voz de Dani Rovira, Elsa Pataki, Carlos Areces, José Mota y Michelle Jenner entre otros.
'Ozzy' cuenta la historia de un perro al que su familia se ve obligada a dejar, temporalmente y por culpa de un viaje, a su querido perro Ozzy en un resort vacacional para perros. El problema es que no todo es tan idílico como parece, y lo que Ozzy creía que serían unas vacaciones relajadas acaban convirtiéndose en una reclusión de la que tendrá que escapar junto con sus nuevos amigos. 'Ozzy' es animación infantil, sí, pero con un tinte carcelario que podría darle una profundidad que los padres agradecerán. El problema es que el doble sentido que tan bien funciona en el cine de animación de los estudios Laika o Pixar aquí no sirve. El subtexto es tan obvio y simple que los padres se aburrirán al rato de empezar la película. Lo bueno es que los niños la disfrutarán a más no poder gracias a las personalidades de los perros, tan extravagantes que llamarán la atención de los más pequeños y no podrán apartar la vista de la pantalla. El problema llega, una vez más, por la parte adulta: los personajes resultarán sosos, estereotipados y algo manidos para los mayores. Más allá de esto la trama avanza sin sobresaltos, con pocas sorpresas y de forma algo monónota. Las aventuras de Ozzy y sus amigos acabarán por hacerse repetitivas, aunque repito que a los niños y niñas les encantará.
Producida por Antena 3 en coproducción con Canadá y distribuida por Disney, 'Ozzy' cuenta con un reparto de lo más llamativo, ideal para hacer que los padres quieran ir al cine con sus hijos: Dani Rovira como el mejor amigo de Ozzy, Elsa Pataki como la mejor amiga de Ozzy o José Mota como el mafioso de la prisión. Las voces están bien y cumplen de sobra su cometido. El problema es la animación: es brusca y simplona. Para ser un producto de Antena 3 el acabado no es todo lo satisfactorio que se podría esperar, ya que los modelados en ocasiones son pobres, las texturas borrosas y las animaciones no son nada naturales. El director Alberto Rodríguez –no confundir con el director de 'La isla mínima'–, que viene de dirigir largometrajes de animación en Méjico, hace todo lo posible para lograr que 'Ozzy' sea una película visualmente atractiva. Y a ratos lo consigue, pero el resto del tiempo su realización se antoja vaga y repetitiva.
Lo bueno de 'Ozzy' es que lo tiene todo para que los pequeños la disfruten a más no poder: personajes carismáticos y aventuras estrafalarias.