Crítica película Una cuestión de tiempo

A todos, en algún momento de nuestra vida, nos habría gustado poder rebobinar, dar marcha atrás en el tiempo y arreglar alguno de nuestros actos. Imagina el poder que otorgaría poder modificar tus actos una y otra vez hasta conseguir todos tus propósitos.

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Una cuestión de tiempo ( en su versión original), es una película del año 2013 dirigida por Richard Curtis. Los protagonistas son Dohmnall Gleeson y una maravillosa Rachel McAdams.

La trama de la película es bastante simplona. La obra trata sobre la vida de Tim, que un buen día, de buenas a primeras, descubre que es capaz de volver en el tiempo, tal y como han podido todos los varones de su familia. Así, es capaz de cambiar las cosas que han sucedido, sabiendo que estos cambios provocarán que el futuro sea diferente. Esto le abre un gran abanico de posibilidades, y decide emplearlos cuando conoce a Mary, ya que una serie de problemas se le suceden y evitan que el joven pueda pedir salir a la chica. Sin embargo, estos no serán los únicos saltos temporales que tendrá que realizar en su vida, siempre sabiendo que cada vez que viaje al pasado y cambie algo, repercutirá en su vida.

Casi en todas partes esta película está catalogada como Comedia romántica. Y aunque durante la primera parte de la película es totalmente cierto, en la segunda mitad la obra se convierte en un drama, y de los gordos, que hace recapacitar al espectador. Sí, es cierto, el amor es el nexo de unión entre toda la película, pero queda relegado a una segunda parte una vez el protagonista queda emparejado, lo cual sucede relativamente pronto en la historia.

Es a partir de este momento, la película trata de enseñarnos como se convive con este poder. Y sin hacer demasiado adelanto, la obra intenta dejar una moraleja al espectador, pero sinceramente creo que podría haberse explotado mucho más el uso de los poderes del protagonista para conseguir empezar una relación con Rachel McAdams.

Es una película que muestra las películas de amor desde otro punto de vista, añadiendo un nuevo elemento que le sienta bien a la película.

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