Hemos visto ya muchas películas cuya trama principal sucedía en un juzgado. Ha sucedido un crimen y la trama gira en descubrir qué es lo que ha pasado y quien es el culpable pero esta película no tiene nada que ver, aquí desde el principio sabemos qué es lo que ha pasado y la acusada en ningún momento niega los hechos. A pesar de ello se declara inocente. Ella es una mujer que vive y estudia en Francia y que viene de Senegal. Es una persona culta e inteligente y aún así comete uno de los crímenes que más rechazo puede causar, ni ella misma es capaz de entender por qué lo ha hecho. Ese es lo que mueve y hace avanzar a la historia a través de los relatos que van haciendo los distintos personajes de lo que ha pasado y sobre todo cómo lo ha vivido cada uno de ellos. Hay otro personaje que es con el que más nos podemos sentir identificados como espectadores que es el de una escritora que es testigo de todo lo que está pasando. Ella tamiza lo que está sucediendo con su propia visión que nace de sus circunstancias personales. Uno puede imaginarse lo que puede sentir otra persona, al fin y al cabo de eso se trata la empatía pero es complicado salir completamente de uno mismo.
La película está narrada de una forma muy sobria en la que lo más importante es el trabajo de los actores a partir de un guión perfectamente compuesto. Las dos actrices protagonistas son jóvenes promesas con poca experiencia pero que aquí han sabido entender a los personajes a los que dan vida. Frente a una acusada que se muestra aturdida y apenas consigue entender lo que ha pasado. Aunque en un principio va a Paris a estudiar derecho lo deja para hacer lo que realmente le interesa que es la filosofía, de hecho se habla en algún momento que se define como Cartesiana y también se menciona que la tesis que estaba preparando era sobre Wittgenstein que entre otras cosas decía que los límites de nuestro mundo son los límites de nuestro lenguaje. Frente a esta aparenta frialdad está la emoción de la joven escritora que ve con tristeza todo lo que está pasando.
Es una película que resulta emocionante y lo consigue de una forma natural, sin grandes artificios, simplemente contando una historia que nos pueda hacer reflexionar. Aunque al final no consigamos sacar una respuesta lo más importante es la búsqueda y el camino que hace para encontrarlas. Una gran película que podemos disfrutar en los cines desde este viernes.