Revista Cine
Título Original: Wir sind die Nacht (We Are The Night) Director: Dennis Gansel Guión: Dennis Gansel, Jan Berger Música: Heiko Maile Fotografía: Torsten Breuer Interpretes: Caroline Herfurth, Nina Hoss, Jennifer Ulrich, Anna Fischer, Max Riemelt, Waléra Kanischtscheff, Senta Dorothea Kirschner Distribuidora: Vértigo Fecha de Estreno: 21/9/2012
COLMILLOS DE PLÁSTICO
Normalmente cuándo veo que una película participó en el Festival de Sitges, uno de los festivales más particulares e interesantes de la Península, me entra curiosidad.Y es que este festival algunas veces me ha dado gratas sorpresas y otras no tan gratas. De la mano de el director de La Ola nos llegaSomos la noche una película en la que Louise, la líder de un trío de vampiras, muerde a la joven Lena, cuya vida desde entonces será a la vez una bendición y una maldición. Al principio, disfruta de una libertad sin límites, del lujo y de las fiestas. Pero, al mismo tiempo, no puede soportar los instintos asesinos y la sed de sangre de sus compañeras. Además, se enamora de Tom, un joven policía, y entonces no tendrá más remedio que elegir entre el amor o la inmortalidad.
Para mi sorpresa Somos la noche no solo participó en el Festival de Sitges sino que ganó el Premio especial del Jurado. Esta claro que los vampiros y el mundo que los rodea está de moda, no faltan las películas, libros o series sobre ellos y estamos llegando al punto de que es tal el nivel de saturación que ya empieza a aburrir. Tras enterarme de todo esto iba con la esperanza de ver algo, por lo menos, interesante. A parte de un arranque interesante la cinta cuenta con pocas cosas destacables y con situaciones que más que provocar tensión, cosa que debería ser habitual en cualquier cinta de vampiros, provocan risa.
Uno de los problemas de Somos la noche es que no aporta nada nuevo y que todo lo que vemos en la cinta ya lo hemos visto muchas veces. La película intenta, sin conseguirlo, beber de las producciones de vampiros actuales con una historia de amor imposible propia de la saga Crepúsculo y una sed de sangre propia de los vampiros de True Blood, serie de la HBO. En Somos la noche no hay ni la lujuria que se podría esperar de un grupo de vampiresas ni la violencia a la que estamos acostumbrados en películas de este tipo. Las fiestas y los lujos no faltan en una película que en ocasiones parece un vídeo promocional de una fiesta en Ibiza. El reparto, sobre todo por parte de Max Riemelt, uno de los policías más sosos que he visto en mucho tiempo tampoco ayuda a mejorar una historia que avanza a trompicones y una dirección y que cuesta creer que sea del mismo director que hace unos años nos sorprendió con La Ola. Quizás lo que más se eche de menos en la cinta es un toque de locura y también que Dennis Gansel se haya tomado tan en serio una película a la que le falta saber reírse de sí misma.