FICHA TÉCNICA: GÉNERO: Biopic; DIRECTOR: James Ponsoldt; REPARTO: Jason Segel, Jesse Eisenberg; GUIÓN: David Lipsky, Donald Margulies; PAIS: EE UU; DURACIÓN: 106 min; FOTOGRAFIA: Jakob Ihre. MUSICA: Danny Elfman. MONTAJE: Darrin Navarro. DIRECCION ARTISTICA: Sarah M. Pott.
El mito del artista
La realidad y el mito. Son dos relatos que están muy presentes en la cultura pop (o en lo más profundo de nuestra humanidad) y entran en pugna cada vez que sea posible. Tengamos en cuenta que nuestras vidas necesitan construir algo que no existe, ya sea al deificar a los seres humanos o al proyectar en ellos nuestras intenciones, es decir, que otros seres humanos hagan lo que nosotros no podemos hacer por falta de tiempo, dinero o personalidad, etc. La cara de Keith Richards en "Under the Influence" al momento de decir: "hay estigmas que es muy difícil de sacarse de encima", fue contundente para mí. Sin dudas se hizo la fama, pero también la fama tomó vida propia.
Ese es un poco el concepto que circula alrededor de " The End of the Tour", película basada en los 5 días que el periodista de Rolling Stone, David Lipsky entrevistó a David Foster Wallace, célebre escritor norteamericano, en el tour de su libro más exitoso "La broma Infinita". Vale la pena recordar que esta película, al mismo tiempo, está basada en el libro del periodista "Although of Course You End Up Becoming Yourself".
El film tiene el aura de Richard Linklater dando vueltas, esto significa que los diálogos e intercambios entre los protagonistas interpretados por Jesse Eisenberg y Jason Segel son muy filosóficos y banales al mismo tiempo, hay grandes frases e interpretaciones de la vida moderna, también muchos guiños predictivos de lo será (y es) nuestro presente ultra tecnologizado. Es una película que atrae por eso, pero al mismo tiempo nos lleva a pensar en el personaje del escritor. Para los que no lo sepan, David Forster Wallace murió ahorcado en 2008.
La sensación que "The End of the Tour" generó en mí son las mismas que " Montage of Heck" (la biopic de Kurt Cobain) simplificadas en la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto está tan bueno llegar a la intimidad de un artista? Jason Segel interpreta muy bien las inseguridades, el pensamiento y la estirpe de tipo común que Wallace parece ser, según la narrativa del film. Jesse Eisenberg retrata bien la envidia del escritor que se siente inferior, por las ventas y talento, y si bien queda la sensación de ver siempre el mismo personaje del actor, queda muy bien y se complementa perfecto con la buena actuación de Segel, que si se desmarca un poco de los papeles cómicos que acostumbra.
Esas inseguridades y esa honestidad que el personaje de Wallace demuestra, como el hecho de admitir que la televisión es su adicción más fuerte, sacan al artista de ese pedestal que la cultura construyó. Pero no sólo eso, su talento para la escritura queda completamente ignorado en este retrato, la idea es mostrar un ser humano más que tuvo la posibilidad de exhibir su pensamiento y ser exitoso, no como "El Artista". Es al pensamiento, lo que la belleza es a Alanis Morrisette, según sus propias palabras. También convengamos que era una idea muy presente en los noventas, y justamente Kurt Cobain fue su máximo exponente.
Este film es volver a los noventas, o por lo menos a la parte más simpática de esa década. Es pensar que todo tiene que ser más relajado, menos superficial, más normcore. Por eso me atrajo y puede atraer a un público afín. Pero por otro lado, ese tipo de exposición me genera ruido, a pesar de no ser tan pornográfica (?) como la de Cobain.
Sin embargo, es un film emocionante, de esos que no necesitan golpes bajos, y son profundos sin ser pretenciosos. Muy buenos diálogos que dejan pensando acerca de nuestras vidas y el mundo en general. Pero sobre todo, baja del pedestal a un artista reconocido y nos muestra una intimidad que apabulla pero acerca.
Por Germán Morales