El cierzo ha entrado en mi casa
en otro agosto que me traiciona,
en este mes que se marcha en un pañuelo
entre los días que se acortan
y las noches que nos engañan con estrellas
que se fugan en la oscuridad.
El cierzo ha entrado en mi casa
pero he dejado las ventanas abiertas.
Te espero en esta habitación
donde los poemas desordenados
vuelan como aves migratorias,
entre las cartas revueltas
que posan sobre una mesa de cristal.
El cierzo ha entrado en mi casa
pero no pienso escribir tu ausencia
en un tiempo verbal en el que no estés.
En este poema donde se esconde la rabia,
escribo tus A veces en ese Puzzle
de verdades escritas en tus versos.
DEP Cris