Estos días que estoy de mudanza tengo menos tiempo para cocinar, pero para no abandonar el blog voy a optar por subir unas recetas un poco más sencillas. Así, estreno mi cocina nueva con este croissant (sí, lo preparé antes que la tortilla del reto de Tía Alia, jeje) que, aunque es muy fácil de preparar, está rico rico. Tiene el sabor intenso del salmón, la cremosidad del aguacate y la mantequilla, el frescor del tomate y el toque crujiente de las hojas crudas de espincaca. Y si no os hace gracia la idea del croissant, lo podéis meter en el envoltorio que más os guste. En particular, creo que el pan de molde con semillas de amapola tiene que ir muy bien con el relleno. También, si no queréis complicaros con tantos ingredientes, sólo con mantequilla, hojas de espinaca y salmón está igualmente tremendo.
Ingredientes (por croissant)
1 croissant
3-4 lonchas finas de salmón ahumado
Unas hojas de espinaca fresca
1/2 aguacate maduro
Unas rodajas de tomate
Mantequilla
Sal y aceite de oliva (para aliñar el aguacate)
Pelamos el aguacete, lo trituramos con un tenedor y lo aliñamos con sal y unas gotitas de aceite de oliva para formar una pasta.Cortamos con ciudado el croissant por la mitad, separándolo en dos partes. Untamos una de ellas con mantequilla. A continuación colocamos una capa generosa de hojas de espinaca. Si las has lavado previamente, sécalas bien antes de ponerlas, para que al comernos el croissant notemos el toque crujiente de las hojas de espinaca. Encima ponemos las lonchas de salmón. Sobre ellas, el tomate picado en cuadraditos pequeños, y, por último, una fina capa de la crema de aguacate. La que te sobre la podrás utilizar para acompañar otros platos.Por último, cerramos el croissant con la otra mitad y ¡bon appetit!