5:30 - El despertador suena y me levanto de un salto, cosa que no hago nunca cuando hay clase. Pero hoy es EL día. Y hoy hay que estar más que listos. Así que tras una ducha rápida, un par de toquecitos por aquí y por allá para borrar los trazos del sueño y desayunar, pronto estoy en el coche rumbo a la estación del AVE.
7:30 - Tras una fatídica búsqueda del coche en el que tengo que estar en el tren, me acomodo y saco el iPod, ya que no me he traído ningún libro sin leer porque la mochila me pesa demasiado. Media hora después empieza del viaje.

MEEEEC. Y cómo no, mi yo inseguro se equivocaba. Ahí no hay nadie, sólo un montón de taxis. Y pronto corroboro lo que esperaba; estoy en el lugar incorrecto. Helena ya ha llegado y se ha reunido con Isa, Xenia, Raquel, Alendax y otro grupo fantástico de blogueros y twitteros. Pero por mi culpa, y al tener que buscarme, llegamos tarde al Retiro.
10: 25 - Pero llegamos. Y ahí están todos. Después de millones de abrazos, besuqueos y otros, Bella, con su súper megáfono, pone orden. Hay que coger un calendario de firmas, me compro un pin súper chachi de la BLC que te dan junto a un numerito para un sorteo...
Al fin me encuentro con Vero, y después de un abrazote, me da un marcapáginas genialoso de su blog y del mío (qué amorrr). Charlamos un rato y luego voy a visitar a mis blogueros valencianos. La bruji está ahí, con Eleidhunita, y Anabel también está.

Tras andar unos 2000km y cotillear sobre libros y novedades, nos encaminamos hacia las primeras firmas. Entre ellas, pasamos por la caseta de Begoña Oro, que me firma un ejemplar de Pomelo y Limón, la de Anabel Botella (Elena Martínez, por cierto, organizadora del Tiramisú entre Libros, nos sorprende cuando empieza a publicitar Ángeles Desterrados por los alrededores, llevando puestas unas alas preciosas)...
No ha pasado ni una hora, pero pronto empiezan los primeros síntomas de laFiebre Bloggerlitconera: sudores, dolor en las piernas y las plantas de los pies, pinchazos en la espalda por el peso que llevamos, y una sed extrema. Las primeras botellas de agua empiezan a rular, el antídoto de la Fiebre.
Y así, nos dirigimos hacia la caseta de Alfaguara, que está al final del todo. Ahí, el maravilloso equipo de la editorial nos regala un ejemplar de La Historia Interminable, y unos marcapáginas exclusivos de la Blogger Lit. Con. Nos hacemos unas fotos, y seguimos con nuestra ruta de firmas.

Pero bueno, no nos andemos por las ramas. Las firmas siguen, y algunos quieren ir a la de Joaquín Lonáiz, así que nos encaminamos a la caseta de El Dragón Lector, que está al principio. De camino, nos topamos con Blue Jeans firmando y le saludamos a lo lejos (otro amor de escritor).
El caso es que nos vuelve a pasar algo realmente divertido: mientras estamos bajando hacia la caseta de El Dragón Lector, vemos una cola larguísima. Y de repente, aparece Ana Obregón. Con todo el morro, nos acercamos a ella y le decimos que siempre hemos visto Ana y los siete, y que somos súper fans (mentirijilla). Ella se hace una foto con nosotros, aunque su manger/editora se enfada porque dice que no hay tiempo. Esa es la bonita historia de esta fotografía:

He de decir en su defensa que, si hablamos sin prejuicios, la señora es simpática y todo.
Mientras, el asqueroso de Josu y Gloria hacen cola y conocen a Mario Vaquerizo. El caso es que nosotros lo vimos, y con eso ya somos felices eternamente.
Después de todo, y tras la firma de Joaquín, me voy a buscar un buen bocadillo de tortilla de patata y nos dirigimos hacia el punto de encuentro con los demás blogueros para comer.
La comida es realmente interesante, y de vez en cuando se acercan autores para saludarnos, como Sonia Fernández Vidal, que me firma Quantic Love, o Sandra Andrés Belenguer.
Y después, señoras y señores, comienzan las esperadas actividades...
MÁS EN LA SEGUNDA PARTE