Crónica de un showcase con Supersubmarina

El Mañana Tour quedará en la memoria de muchos por haber sido una breve –pero intensa– gira que ofrecía más de dos horas de concierto con una escenografía renovada de la que destacaba su especial diseño de luces. En conjunción con El Mañana Tour, Europa FM presentaba en cuatro ciudades (Granada, Barcelona, Palma y Málaga) un showcase con Supersubmarina, es decir, conciertos electroacústicos en salas más pequeñas y con otro repertorio, cuya invitación se adquiría mediante concurso. El de Palma tuvo lugar el 5 de mayo de 2016 en la sala Es Gremi del Polígono de Son Castelló la noche antes del concierto en Son Amar. De este modo, José Chino, Juanca, Jaime y Pope obsequiaban al público mallorquín con un directo de formato diferente al que iban a desplegar el día siguiente en la isla.

El presente artículo va dedicado a todas las personas que, como nosotros, desean que los de Baeza regresen cuanto antes con nuevas y buenas noticias, y para hacer menos larga la espera, redactamos hoy esta crónica para contar una fiesta que –creemos– todavía no ha sido contada.

Faltarían pocos minutos para las nueve cuando llegamos al lugar de la cita. Asiduos a la sala del polígono, nunca nos había parecido tan acogedora como aquella noche. Mientras esperábamos que comenzara el espectáculo, disfrutamos de una deliciosa degustación de sushi & asian fusion food a cargo de Kala Sushi y pudimos ver a Pope desde la segunda planta contemplando la panorámica de la sala mientras se iba llenando de gente. Aunque el showcase se presentara como un concierto “pequeño, íntimo, casi privado y con poco público”, fueron más de los que imaginábamos los que se dejaron caer por el local de la calle Porgadors.

Sobre el escenario se alineaban cuatro sillas con cuatro instrumentos a su lado. De izquierda a derecha: la percusión de Juanca, el bajo de Pope, la guitarra de José y la guitarra de Jaime. Los que hacen vibrar las cuerdas, además, tenían micrófono para la voz y coros.

Poco después aparecería el grupo sobre el escenario y sorprenderían con Extrema debilidad, un medio-tiempo extraído de «Viento de Cara» con referencias a García Márquez y a Jack Kerouac. Después llegaría el impulso preciso para levantar el cuerpo con Eres y retrocederían hasta su segundo EP, «Supersubmarina», para rescatar esa OCB que sólo los más fieles parecían conocer. Después de una versión lenta de Algo que sirva como luz ensayaron Cometas con el público. Chino, tan atento con el espectador como de costumbre, pidió que ayudáramos con los coros; así cantó “Dejando en el universo nuestras estelas, hasta el soool” y preguntó a los asistentes cómo seguía la estrofa. Costó, pero finalmente uno de los espectadores alzó la voz con la frase correcta: “¡Que nadie pueda nunca separarnos!”. El joven se llevó una púa de regalo, bien merecida.

Con Centro de atención José señalaba el atuendo que lucía esa noche y que coincidía con la letra cuando cantaba “Siempre llevo roto el pantalón, bien sujeto por el cinturón”. Pasado el ecuador de la velada, conmovían gratamente con esa ráfaga de viento sideral que es Ola de Calor, que aún siendo escuchada después de tanto tiempo de haberla descubierto, sigue sacándonos de las tripas sensaciones increíbles y recuerdos enterrados a la vez que recrea ganas de cantar y saltar.

Habían tocado ya temas de «Viento de Cara», «Electroviral», «Santacruz» y «Supersubmarina»; no podían guardarse en el tintero el EP «Realimentación», y lo sacaron a relucir con Emperatriz, esa canción que habla de una ‘princesa’ con iniciativa que decide por sí sola. También hubo tiempo para versionar Tender de Blur y, tras ella, el cantante advirtió que sólo quedaban un par de canciones para finalizar el concierto. Entre el unánime “Noooooo” del público, se abrió paso una voz femenina que gritó “¡En Mallorca ‘un par’ son más de dos!”, a lo que José Chino añadió: “¿En Mallorca ‘un par’ son más de dos? Nunca te irás a la cama sin saber una cosa más… Y nunca te irás a la cama sin una púa más” (así aumentábamos nuestra colección de púas de Supersubmarina, ejem).

Concordando con la directriz que afirma que en Mallorca ‘un par’ son más de dos, tocaron Viento de Cara, Arena y sal y una más de regalo. Debido al tiempo transcurrido desde que presenciamos el concierto hasta hoy que lo contamos, los recuerdos son cada vez menos nítidos, más imprecisos; nos quiere sonar que el tema que regalaron y que no consta en el setlist fue El encuentro, pero no sabríamos decir si fue antes o después de tocar Viento de Cara o Arena y Sal (de lo que no dudamos es de que hubo regalo).

Se había acabado el concierto, la banda se despedía del público y Chino decía que lo mejor del showcase era que podía decirnos “Hasta mañana” cuando, entre las primeras filas, se levantó una mano y liberó un abanico de tarjetas a modo de confeti que fueron a parar al escenario. José Chino se agachó, cogió una y leyó lo que en ella creyó ver escrito: “Chostal d’Algaida… ¿Chostal?”. Rápidamente fue corregido por alguien del público que le indicó que era “S’Hostal d’Algaida” (no es de extrañar que se equivocara, fuera del ámbito balear, son pocos los que saben que el catalán de Mallorca utiliza el artículo salado, cuya forma con apóstrofo se escribe «s’»). Volvió al micrófono y repitió: “S’Hostal d’Algaida, reservas al 617…”.

Escritas nuestras impresiones, sólo nos queda subrayar que lo corto del repertorio no empaña un espectáculo impecable, entretenido por el buen rollo que transmite el frontman y agradable al oído por su sonido, una gran fiesta que no deja a Supersubmarina en otro lugar que no sea el que se merece; y desearles que por mucho que crezcan, no pierdan nunca la cercanía que tienen con el público.

Escrito por
Antònia Fontirroig

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