Por Patricia Salvatierra
Aunque las lluvias se ciernen sobre la ciudad, los sevillanos no dejan de acudir a las salas de proyección para ver qué propone la novena edición del destival de cine europeo. Las primeras jornadas confirman el buen ojo de los programadores en la selección de las películas.
A continuación se expone una pequeña muestra de lo más destacado que se ha visto en este arranque de festival.
En sección oficial destacan títulos como Reality, la cual se estrenará en breve en nuestras pantallas. Matteo Garrone, después del éxito de crítica de Gomorra, se adentra en la crítica social en una sátira que denuncia el mundo de la televisión y los reality shows. Quizá, el principal morbo del filme reside en su protagonista. No en la ficción, si no en la vida real, ya que Aniello Arena fue un integrante de la Camorra que actualmente lleva veinte años recluido por una condena a cadena perpetua. Arena lleva diez años formando parte de un grupo de teatro en la prisión. Garrone explicó cómo viendo recitar a Arena en una obra teatral organizada en la cárcel decidió que le quería para una película.
Boy eating the bird’s food es la ópera prima Ektoras Lygizosvque. El griego presenta la vida de un chico un tanto desequilibrado que apenas tiene medios para subsistir. Planos descentrados, escaso diálogo y ciertas escenas que no sabes muy bien a qué se deben muy en la línea de la escuela de Yorgos Lanthimos, director de Canino o Alps, también incluida en la programación, dentro del foco dedicado al nuevo cine griego.
Un asunto real (A Royal Affair) de Nikolaj Arcel muestra los cambios históricos acaecidos en las cortes de Christian VII, Rey de Dinamarca y de Noruega, desde finales del siglo XVII hasta el XVIII. Pocos años después de que el joven rey reconociese públicamente no amar a su esposa, Carolina-Matilde de Gran-Bretaña e Irlanda, y de ser carne de todo tipo de excesos y de locuras, aparece en la vida del monarca Johann Friedrich Struensee, un doctor alemán muy ambicioso e ilustrado. Se trata de una amistad que cambió el panorama gubernamental de Dinamarca. Un filme de época rodado de forma sutil, fina y elegante.
Good Vibrations es una entretenida película que se sitúa en el Belfast de los setenta. Se trata de un biopic de Terri Hooley, el propietario de una tienda de discos, amante de la música por encima de todo y pequeño productor que convulsionó la industria musical inglesa e irlandesa de los años setenta con su sello musical Good Vibrations. La película está regada de buena música: Stiff Little Fingers, Sahngri-las, Suicide, The Undertones… junto a la banda sonora original de David Holmes. Una buena película tanto si eres un melómano como si no.
En cuanto al género documental, destaca Leviathan, un producto odio et amo: no muy indicado para quien no esté dispuesto a dejarse llevar por una experiencia tan inmersiva como de contemplación, pero que regala auténticas e impactantes joyas visuales. El mar y sus seres se muestran a través de la vida en un barco pesquero. Nunca antes mar adentro se había mostrado tan bruto y a la vez tan bello.
En Europa Junior, los jóvenes y niños han podido disfrutar de la entrañable Ernest and Celestine, de Benjamine Renner, Stéphane Aubier y Vincent Patar, que muestra con un cuidado estilo la amistad de un ratón con un oso acompañada de la música del cellista de jazz Vincent Courtois. Un poco fuera de lugar dentro de esta sección se encuentra Operation Libertad. Un padre decide recuperar unas grabaciones de cuando era joven, editarlas y regalárselas a su hija por su veinte cumpleaños. Esas grabaciones contienen la historia de cómo un colectivo juvenil, autodenominado GAR (Grupo Armado Revolucionario), pretende hacer justicia mediante la revolución. Para ello, planean un golpe al sistema financiero con el que buscan conseguir una confesión grabada de pagos y prácticas ilícitas. Sin embargo, el plan no surgirá según lo previsto. Un filme que empieza bien pero que va perdiendo fuelle a pasos agigantados.
Además, hubieron los Special Screenings de títulos tan esperados como la superproducción Grandes esperanzas de Mike Newell, la maravillosa Holy Motors de Léos Carax, Amour de Michael Haneke, Invasor, de Daniel Calparsoro o la divertida Le Magasin des suicides, primera incursión del veterano Patrice Leconte en la animación (y en las tres dimensiones). A pesar de su título y temática, se trata de un canto a la vida lleno de alegría y buen humor con aires del Edward Gorey de The Gashlycrumb Tinies.