Revista Cultura y Ocio
Crónica insignificanteEmilio Casado MorenoISBN: --Formato: Digital– 324 Págs. Editorial: Autoedición
¡Buenas a todos!
Después de una par de días un poco estresantes, os traigo la reseña de una novela que merece la pena ser conocida. No tengo muy claro si la recibí por “1 mes, 1 libro” de Tatty, o por el grupo de reseñas de Facebook. El caso es que tengo un cacao de reseñas, correos y demás que no sé de donde me vienen las cosas. Aunque eso no tiene importancia, porque casualidad o no, esta novela ha sido premiada como Fuera de Serie en el día de ayer, así que esta reseña más una celebración que una obligación.
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Argumento
Después del fracaso de su matrimonio Marcelo Suelas se ha visto obligado a empaquetar sus pocas pertenencias y volver al hogar de sus padres, a su habitación de toda la vida, al barrio que le vio crecer y emanciparse fallidamente. Rondando los cuarenta y cuestionándose amargamente su propia estabilidad mental, Marcelo se ha quedado sin casa, sin coche, económicamente famélico y con su adorada hija... en régimen de visitas. Para colmo su trabajo como psicólogo interino en la Prisión Provincial pende de un hilo. La vida no parece darle tregua. En su caminar nos encontramos con sus padres, ella aspirante a beata y él policía crápula jubilado y rehabilitado, su amigo Domingo, soltero y triunfador, sus variopintos compañeros de trabajo y las entrevistas con los presos que finalmente marcarán las cartas con las que Marcelo Suelas tendrá que jugar.
Estructura, ambientación y estilo narrativo
La novela se estructura en 6 grandes capítulos de larga extensión que narran 6 días en la vida de Marcelo, de un jueves a un martes sin fecha. También incluye un final que cambia el registro de escritura.
Se encuentra narrado en primera persona por el protagonista, que no solo describe los acontecimientos de su día a día, sino que pone en antecedentes al lector de los hechos anteriores. La visión de su alrededor y de los personajes secundarios es, por lo tanto, subjetiva.
La acción está ambientada en una gran ciudad, aunque no se menciona su nombre. Los escenarios son variados, aunque sin excesivas descripciones ya que lo importante son los hechos y las impresiones personales de Marcelo.
La narrativa es fluida y sencilla, usando en ocasiones un lenguaje coloquial y muy distendido, lleno de ironías e incluso “malas palabras”. En otras ocasiones adquiere más un matiz del que habla con uno mismo.
Personajes
Los personajes son subjetivos, ya que al estar narrado en primera persona los vemos con los ojos del protagonista.
Marcelo, nuestro narrador, es un hombre entrado en los 40 y que se siente un fracasado. Le parece que la vida está en su contra y todo le sale mal. Agobiado por la vuelta a casa de sus padres, encuentra gran alivio en la soledad y la música. Tal como él dice, hace tiempo que siente la necesidad de escribir, y algún día se lanzará a escribir una novela con su vida.
Domingo. A pesar de sus “taitantos” se comporta como un adolescente. Las fiestas, mujeres, drogas y videojuegos son su día a día. Siempre está intentando liar a Marcelo en alguna de sus correrías y no es consciente de las obligaciones de los demás, porque él no las asume.
Amanda. Se la presenta casi como una víbora y una estirada, capaz de pasar por encima de cualquiera para triunfar en su carrera profesional. Ve a su (ex)marido como un desecho, fracasado y sin aspiraciones. Siempre dispuesta a hacer daño y exprimir.
Su padre y su madre son dos personajes que dan mucho que pensar. El es un hombre poco amable que no fue precisamente buen padre. Después de un accidente, se vuelca más en la familia pero a mi manera de ver muy brusco y un poco forzado. Su madre es una santurrona y un poco cansina. Pone por delante la iglesia a su familia y le importa más el que dirán que lo que realmente pase por la cabeza de sus seres queridos. Digamos que vive en otro mundo, y sigue tratando a Marcelo como si fuese un niño más que un adulto que está pasando por un mal momento.
Mi opinión
Acepté leer esta novela sin saber apenas que me iba a encontrar. Solamente sabía que en general estaba gustando mucho y que merecía la pena leerla. Con esas referencias tampoco hace falta saber mucho más, así que me lance a su lectura sin prejuicios.
Al empezar a leer, nos encontramos a un pobre Marcelo Suelas al que se le acumulan los problemas y vive en una angustia creciente: no solo no tiene ni un céntimo, sino que apenas puede ver a su hija de una forma decente, se ha quedado sin nada. Sus padres no hacen más que agobiarle y su trabajo peligra, a la vez de no resultar demasiado gratificante. Dicho así, todo junto, parece un poco surrealista, pero nada más lejos de la realidad.
Precisamente por esto, tengo que reconocer que llegado a un punto me costó un poco continuar leyendo. Y era más por la tremenda realidad de la narración, no por no gustarme la novela. Porque en cierta manera me estaba identificando demasiado con el personaje. Todos hemos tenido días en los que parece que se nos viene el mundo encima y solo tenemos ganas de mandar a paseo a todo y a todos. Aunque por supuesto, si estoy escribiendo esto es que la he terminado… casi del tirón.
A pesar de que puedan parecer un poco extremistas y exagerados, los personajes están perfectamente dibujados. Solamente con lo que Marcelo nso cuenta podemos describirlos a la perfección porque podrían ser uno de nuestros amigos o nuestro jefe. Son absolutamente reales y cotidianos. Aunque por suerte no los tenemos a todos juntos en nuestra vida…
A excepción de Marcelo, al que le he cogido verdadero aprecio desde el momento en que empecé a vislumbrar la inmensidad de su problemas, al resto de los personajes les cogí bastante manía. Ninguno de ellos me ha dado a entender otra cosa que no fuera egoísmo (aunque quizá su hermana se salva).
Ni siquiera la niña pequeña, a la que deberíamos de adorar tal como hace su padre. Me ha parecido aprovechada y demasiado lista (que no inteligente) para su corta edad. Es una desgracia que sea una realidad, los niños que comprenden demasiado bien la situación de sus padres y aprenden a sacar provecho de ella.
Ni que decir del desagrado que me produce su ex o incluso su madre, a las que les daba un par de sopapos por idiotas. Y precisamente por estos sentimientos que producen los personajes hay que aplaudir la habilidad del autor.
La música es algo que adquiere mucha importancia a lo largo de la novela, ya que se trata de la vía que utiliza Marcelo para escapar de la depresión a cada momento que puede. Precisamente esta característica, y mi pasión compartida por la música, me han sugerido una nueva sección para el blog que posiblemente estrene mañana.
La narración está llena de pequeños detalles que pueden parecer insignificantes y faltos de interés, pero una vez que llegamos al final nos damos cuenta de que cada acto, cada simple decisión, influyen en el trascurso de nuestras vidas. También son estas pequeñeces las que le dan vida la novela, al fin y al cabo.
Y es que el final es realmente impactante, cortando de repente la narración y tras dos páginas en blanco te pega un mazazo que no te esperas. Pero todo encaja perfectamente y te quedas con la boca abierta, admirando como el autor te ha llevado a este desenlace.
Ya casi para terminar, en cuanto a la fluidez de lectura, quizá resulte un poco más lenta al principio, pero atrapante según avanza sobre el tercer o cuarto día. Es una novela que mejora a cada página, de menos a más (a mucho mas).
Este es un libro que recomiendo a todo el mundo. Aunque el argumento no te atraiga, todos deberíamos probarlo. Que para eso ha sido premiado como Fuera de Serie ayer mismo. Aun no conozco a nadie que no le haya gustado.
Espero que Emilio Casado prolongue por mucho su carrera literaria y estaré encantada de leer cualquier otra creación suya. Le deseo mucha suerte y una pronta publicación de su novela.
- Gracias a Emilio Casado por el ejemplar –