En este blog hemos dedicado varios artículos a la llamada “crónica negra” o de sucesos; algunos tan famosos como los protagonizados por “El Jarabo” ( publicado*1 el 9/05/2014); “El Monchito” (publicado*2 el 05/02/2011*); el muy famoso asesinato de los Marqueses de Urquijo (publicado *3 el 03/08/2010); el caso de las “niñas de Alcacer” ( publicado*4 3-11-2013; y el caso de “Marta del Castillo” ( publicado *5 el14-01-2012), así como algún otro nacional o del extranjero.En esta serie de cuatro artículos que se inició con el caso de “El Arriopero”(9-08-2014), se describirán otros tres casos mas de asesinatos que en su día impresionaron a la opinión publica: “Puerto Hurraco”, “Los Galindos” y “El Mataviejas”.Seguidamente, en este tercer capítulose relata la impresionante historia deLa matanza de los «Los Galindos»
http://www.abc.es/Media/201408/09/los-galindos-asesinato--644x362.jpgHabitación donde apereció fallecida la mujer del capataz en «Los Galindos»Un quíntuple crimen que jamás ha podido ser resuelto es el acontecido el 22 de julio de 1975 en el cortijo sevillano de «Los Galindos». Cinco personas fueron asesinadas a 50 kilómetros de Sevilla con tres armas diferentes y en lugares distintos de la propiedad. Según las últimas investigaciones que se hicieron sobre el caso, el capataz de la casa de campo Manuel Zapata y su mujer, Juana Martín, fueron asesinados a golpes con una pieza de acero.El tractorista José González y su esposa, Asunción Peralta, fueron golpeados con otra pieza y posteriormente quemados, mientras que el último, el tractorista Ramón Parrilla, murió por tiros de escopeta.Los vecinos acudieron al ver una columna de humo, pensando que se trataba de un incendio. Al llegar a la altura de un montón de paja que ardía encontraron dos cuerpos, uno de los cuales estaba completamente calcinado. El resto de los cuerpos los encontraron siguiendo un reguero de sangre que iba hasta la casa.En la actualidad sigue siendo un misterio quién asesinó a las cinco personas. Uno de los jueces nombrados para el caso llegó a afirmar que «las primeras horas de la investigación determinaron el fracaso en la búsqueda del criminal». Curiosos y medios de comunicación entraron al lugar y destruyeron pruebas que podrían haber sido fundamentales. El delito, que marcó aquella época, ha prescrito hace unos ocho años, lo que quiere decir que en el caso de que el asesino o asesinos fueran hallados no podrían ser enjuiciados, condenados ni encarcelados.