Crónica Rock: He visto a Santero

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Buscando rock nuevo uno se encuentra cosas muy variadas. Depende de lo que busques no siempre encontrarás algo que valga la pena.

Y ¡ojo!, vaya mi absoluto respeto para todo amago musical ya que, en mi modesta opinión, saber tocar una secuencia de cuatro acordes, una banda que vaya al ritmo, y tener una historia que contar: ya es mucho. Casi magia.

Pero uno va y se encuentra a unos tal Santero y Los Muchachos. Ahí hay algo más que magia y música. Hay algo más.

Porque Miguel Angel, el front man de la banda, sabe lo que se lleva entre manos y sabe demostrarlo.

Santero es una visión comprometida de un rock clásico, sin adornos ni añadidos innecesarios, y no acaban de llegar. Pero vayamos por partes.

Miguel Ángel, compositor de música y letras de Santero, ya lo era en su anterior banda, la mítica Pulquería, que durante 4 discos ha hecho las delicias de un rock alternativo que sin rubor ha explorado entre los sonidos punk y mariachi (una especie de Ramones con instinto latino) con sus toques entremezclados de chili, revolución zapatista y diversión sin limites.

Tras explorar estos caminos, entre guitarras, carreteras, mucho tequila y giras inter oceánicas vuelve al clasicismo rock como quien vuelve a la tierra que lo vio nacer.

Sus letras respiran compromiso rock y ética social, conceptos comercializados hasta la sociedad que sin embargo toman aquí una posición de coherencia fuera de lo normal.

Le flanquean a la derecha Joseman, bajo Hofner (el bajo-violín popularizado por el mismísimo Sir Paul McCartney) mano, y a su izquierda Soni, una suerte de Keith Richards con su anaranjada Grestch (guitarra nacida entre los dedos de George Harrinson, Pete Townsend o Neil Young). El primero es un maníaco músico, en búsqueda permanente de su sonido, algo que parece haber encontrado junto a su hermano y compañero de escenarios Miguel Ángel. Soni, por su lado, es un hijo del directo, tanto que cuesta bajarlo de ellos.

Ellos 3 conforman el núcleo Santero junto a Marc, batería conocido y socio de batallas anteriores, con sus ritmos tranquilos y bien acompasados. Y atrás, escondido tras las cuerdas de su guitarra, su última incorporación, Carlos Soler.

Sus muchachos ya están entrados en escenarios. Habituados a aplausos y entregas, llevan toda su vida en esto. Y creerme que a pesar de larga sesentena conviven en el escenario como si fuera su propia casa. Todo un detalle de los Santero de admiración y respeto al rock tradicional, y por supuesto de éstos hacia la honrosa trayectoria del rock valenciano.

Pero un grupo es su música, y tras el sensacional directo de Santero en el concierto de la Feria de Julio en Valencia, quedan letras y sobre todo tres canciones que me gustará volver a escuchar y analizar.

“Aún” es un tema bandera. Una canción con cambios de ritmo, un canto al ritmo de medio tiempo. Una letra estudiada y bien cantada. Un mensaje en toda regla. “estar con los mejores, con quien querer estar”. Repasando glorias de un pasado sin olvidar que “aún quedan caminos”. Pura supervivencia mental y musical.

Aún, Santero

Luego está “Gusano”, una letra que canta lo que todos querríamos cantar: la persecución del malvado, del corrupto. El tema empieza con un sonido rítmico que ya clama venganza., su espectacular videoclip (Marc y Joseman son realizadores audiovisuales) deja muy bien re-sentimientos sobre el tema: la avaricia y el egoísmo reciben el castigo de la humillación, el perdón y el olvido… “dejemos al tirano sin inviernos ni veranos…. por no matarte será mejor olvidar”.

Y caminamos hacia el final de este repaso de placer rock con su tema “Buenos y malos”. Remarcando el sonido fronterizo afina su guitarra española y entre sonidos lejanos y ecos de guitarra va lanzando mensajes de inconformismo social. “los buenos hombres blandos no amarran sus palabras, la rabia ni el llanto”…”dejemos al tirano sin inviernos ni veranos”.

Cada vez que dicen que el rock se muere, aparece alguien como Santero para decirnos que el rock no es cosa de radios, ni de video Stars, ni de super ventas.

El rock nunca se ha hecho para todos sólo para los que son capaces de entenderlo.

y sí, son algo más que amigos míos.