Revista Regiones del Mundo

Crónicas afganas: Así arde el opio talibán

Por Antoniopampliega

Desde Herat.

El opio… La droga que transportaba al genial Edgar Allan Poe a mundos extraños es el mal de Afganistán. De sus infértiles tierras; yermas por el clima y por las bombas, sólo crece la Papaver somniferum (popularmente conocida como adormidera). Es como si la muerte brotara del suelo en forma de desafiantes plantas, que buscan cobrarse una venganza que no lograron cobrarse en vida. Aquí se produce el 90% del opio que se consume en todo el mundo y es el bien más preciado de los talibán; que se embolsan con su venta ingentes cantidades de dinero que destinan, posteriormente, a la compra de armas en el mercado negro con las que combaten a las tropas de la ISAF.

Esta codiciada planta- que comienza a crecer a principios de enero y florece a finales de mayo- es el quebradero de cabeza de los miembros del gobierno afgano y de la OTAN. Por eso se han empeñado en declarar la batalla contra el opio. Kandahar y, sobre todo, Helmand son los principales bastiones del opio en Afganistán. Su clima es propicio para el cultivo de la adormidera. En esta segunda provincia- al sur del país- Naciones Unidas estima que produce el 42% del opio que consume el mundo. Sus fértiles valles- en un país donde sólo afloran las minas antipersona- son cómo el Santo Grial…

Pero no sólo se combate el opio talibán en el este y el oeste afgano; en Herat- provincia donde está el destacamento español- también. El ministerio de lucha contra la droga de Afganistán me invitó a comprobarlo con mis propios ojos. Junto con el viceministro del ramo, Mohamed Daud Daud, un total de diez marines fuertemente armados y un equipo de la CNN me embarqué hacia Herat.

Allí nos esperaba una escolta, de no menos de 15 vehículos y 50 hombres. Por delante 20 kilómetros más hasta llegar a la localidad de Ghoyave Sarhadi entre casas de adobe a medio derruir o a medio construir – según se mire- el ejército afgano había preparado una pira con más de 500 fardos de opio requisados a los talibán. “Fue en una operación conjunta entre la policía de Herat y los soldados afganos. Tras un duro combate contra los talibán se requisaron casi una tonelada de droga que estaba lista para ser enviada a través de Irán. Es un golpe muy duro para ellos porque han perdido una fuente de ingresos vital para seguir con sus acciones terroristas”, afirma el viceministro visiblemente orgulloso por la acción llevada a cabo por sus hombres.

Es el propio Daud el encargado de prender la mecha. En pocos segundos la improvisada pira arde alentada por la gasolina que los soldados han utilizado para que el fuego consuma antes los fardos. As candentes llamas se reflejan en el rostro de los allí presentes. Un golpe contra el opio…

Herat es un punto neurálgico para el tráfico de opio debido a su proximidad a la frontera con Irán y con Turkmenistán. Por esta zona pasa un importante porcentaje de la droga que se consume en el mundo. Por eso el gobierno de Karzai ha intensificado la presencia del ejército y de la policía de fronteras con la intención de frenar las ansias de los talibán por utilizar estas rutas. A pesar de este golpe; los talibán lo seguirán intentando una y otra vez hasta que logren su objetivo. El opio es poder y el poder les acerca un poco más hacia la victoria.

* Puedes leer en el Diario Público.


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