La pequeña Trogir es una auténtica preciosidad de tortuosas
calles rodeadas de murallas medievales
que junto a su pequeño paseo marítimo atestado de bares y cafés le da un toquede tranquilidad y autenticidad, alejada de
otros pueblos o ciudades donde todo está más atestado de gente.
Trogir destaca entre las localidades dálmatas por tener gran cantidad de edificios románicos y renacentistas de su época veneciana, por lo cual, la ciudad histórica de Trogir fue declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997.
Catedral de San Lorenzo
Pese a sus pequeñas dimensiones, son numerosos los edificios que se conservan intactos de su época dorada (XVIII – XV). El casco antiguo de Trogir ocupa una pequeña isla en el estrecho canal que separa la isla de Ciovo de tierra firme. Lo mejor es dejarse llevar y disfrutar de una ciudad medieval a escala, casi te parece de atrezzo.
Fortaleza de Kamerlengo
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