Con ocasión de la celebración del 7ECM en Berlín, se ha presentado una exposición con el título Transcending Tradition, que explora las vidas y actividades de los matemáticos judíos en los países de habla alemana en el periodo que va desde la emancipación política y legal de los judíos en el siglo XIX hasta la persecución nazi. Se trata de señalar los hitos del papel tan relevante que los matemáticos judíos jugaron entre el Gran Imperio Prusiano y la República de Weimar, y a todos aquellos que sufrieron la emigración o la muerte después de 1933. La exposición está producida por el Grupo de Trabajo de Historia de la Ciencia de la Universidad Goethe en Frankfurt.
Felix Hausdorff
Debemos recordar que alemanes y franceses lideraban las matemáticas mundiales en el siglo XIX,. Los alemanes, con centros como Königsberg (Prusia Oriental), Viena, Berlín o Gotinga. Matemáticos como Carl Friedrich Gauss, Johann Dirichlet, Bernhard Riemann, Félix Klein, y David Hilbert pusieron los cimientos de la matemática alemana.
Por ejemplo, entre los que contribuyeron a ese logro, están Leopold Kronecker, creador de la teoría de los determinantes; Carl Gustav Jakob Jacobi, que fue el primer judío en conseguir una cátedra en una universidad alemana; Hermann Minkowski, quién abrió caminos para Albert Einstein. Entre los que vivieron la tragedia, podemos contar a Felix Hausdorff, que no pudo escapar a Estados Unidos y fue internado en un campo nazi donde se suicidó en compañía de su esposa y su cuñada; o Emanuel Lasker, que fue además campeón del mundo de ajedrez y terminó su vida en Estados Unidos.
Ludwig Bieberbach
En el lado contrario, tras el advenimiento nazi, algunos matemáticos se unieron a las fuerzas de la barbarie, como Ludwig Bieberbach, que jugó el papel de líder en esta nefasta etapa, pero también otros como Theodor Vahlen u Oswald Teichmüller. Como recordaba hace poco George Steiner, es algo paradójico pero cierto, que mentes brillantes puedan dar pábulo y unirse a causas abyectas, pero así es la condición humana. Bieberbach abrazó la causa nazi, aceptando las ideas del nazi Erich Rudolf Jaensch quien en obra Fundamentos del Conocimiento Humano clasificó a las personass en varias tipologías. Su alumno, Fritz Althoff lo aplicó a los matemáticos. Aquí va una “perla” del mismo Bieberbach:
“… la imaginación espacial es una característica de las razas germánicas, mientras que el razonamiento lógico puro es ricamente desarrollado por las razas románicas y hebreas. En el ámbito intelectual la raza se muestra en la forma de crear, la evaluación de los resultados, y considero que también en el punto de vista de las cuestiones de los fundamentos…”
Fundaron incluso una revista, Deutsche Mathematik, con el objetivo de crear una matemática étnicamente pura alemana, sin contaminación judía.
Nazis tratando de impedir la entrada a judíos en la Universidad de Viena
Todos estos prejuicios no tenían, evidentemente, ninguna base científica. Al contrario, los judíos han sido siempre grandes científicos y matemáticos, probablemente por su entrenamiento en la Torá y la Cábala durante muchos siglos.
Esta persecución de la ciencia judía, y en particular de las matemáticas, tuvo como consecuencia la huida de muchos científicos a otros países, especialmente, tal y como apuntamos antes, a los Estados Unidos, país que se benefició extraordinariamente de la diáspora. En este blog hemos recordado el caso de Emmy Noether, sin duda paradigmático, pero no es el único, al que se añadió su condición de mujer.
Recomiendo vivamente el extraordinario artículo Nazis y Matemáticas. Crónica de una Barbarie, de José Manuel Sánchez, del que he extraído material muy interesante.
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Manuel de León (CSIC, Fundador del ICMAT, Real Academia de Ciencias, Real Academia Canaria de Ciencias, ICSU)
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