Revista Ciencia

Crónicas del Campo Santo Nº 22

Por Daniel Paniagua Díez
Crónicas del Campo Santo Nº 22

Crónicas del Campo Santo Nº 22

Llega Primavera y con ella la esperanza, florida y luminosa. Demasiadas malas noticias flotando en el ambiente informativo mientras se despereza lentamente el país, y alguno vecino.

La dependencia del teléfono va in crescendo y ya parece uno un bicho raro si no lo lleva encima a todas horas. Como me han regalado uno, chino por supuesto, procuro darle alguna utilidad mayor que ojear el incesante bombardeo de vídeos con gatitos. (¡Ay, qué monos!)

Crónicas del Campo Santo Nº 22

Que soy león, cojona, ya os vale. El número de hipocondriacos en vez de reducirse (por decesos lógicos pero innecesarios) parece ir en aumento y así como formaron colas kilométricas para que les metieran un palillo por la nariz, ¡hasta el cerebro!, se están preparando para acudir raudos al plan nacional de esterilización humana. ¿A dónde migró el espíritu español? ¿Plus Ultra?

Crónicas del Campo Santo Nº 22

Como a mí ya no me afecta podría quedar callado, ¡que somos mayorines y sabemos lo que hacemos!, me gritan, pero no callaré por más que con el dedo, ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo...

Soy descendiente de españoles con larga raigambre, íberos incluso, y permanecer ecuánime ante el suicido colectivo del pueblo más noble del mundo es un mal trago, compañeros. Un mal trago. Si Viriato levantara la cabeza y os viera... Derrotarse sin pelear no es de hispanos, y a nuestros dirigentes y autoridades advertiría: Roma no paga a los traidores.

Crónicas del Campo Santo Nº 22

Después no nos vengáis con los dramones y escenificaciones de duelos y crespones negros, y golpes de pecho, mari... neros. Ceniza, eso tendría que caer sobre vuestras cabezas, de la que sale de las incineradoras, que estáis dejando el país como un muradal, con tanto miedo. Por cierto, hoy mismo han dado noticia del asesinato del Presidente de Tanzania, el señor don John Magufuli; descanse en paz.

Viene Flora, prodigiosa, llenando los campos con su bendición y maravillosa luz solar. La biología es la tecnología superior que unos genios supremos dejaron, donantes, en este mundo. ¿Lo entendemos o no? ¿Usted sería capaz de crear una margarita? Pues espabile, hombre.

Crónicas del Campo Santo Nº 22

Por cierto, ¿sabe usted el nombre de las Tres Marías? Las que salen en el cuadro. ¡Espabile!, que esto es un cuento y usted está de extra, como en cualquier superproducción cinematográfica. Y supongo que sabrá que hacen con los extras.


Daniel Paniagua Díez

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