Revista Ciencia

Crónicas del Campo Santo Nº 38

Por Daniel Paniagua Díez
Crónicas del Campo Santo Nº 38

Crónicas del Campo Santo Nº 38

Crónica propia

El aumento imparable de la energía y vibración de la radiación solar está provocando efectos muy sorprendentes aquí en Terra Mare, por ello los terramarianos observamos de forma palmaria el incremento de la actividad volcánica, los terremotos, los huracanes, y tormentas espantosas.

Pero no resulta tan visible, estaremos ciegos, de qué modo y manera la juventud está más sana, guapa, lista. Fabulosa.

El ser humano está cambiando como el planeta está mejorando.

Será por ello que muchos jóvenes son "ecologistas" o algo similar; la gente mayor, de cierta edad, sigue en cambio enroscada sobre su ombligo, apegada a las creencias que les infundieron de niños y de ahí no quieren pasar, ni soltar.

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Prefieren no pensar; su centro personal está en su ombligo (en esa zona) no en su corazón y ante una emergencia sanitaria como la actual piden a gritos que les pongan lo que sea, como si les ponen la de los conejos. También llevará nanotecnología.

El miedo, y su contraparte el odio, es su pilar fundamental, y mejor que no desciendan a las bajas pasiones. Tienen miedo de los sentimientos, del amor, ¡de la libertad!

Nacieron esclavos, y esclavos moriran. Ignoran la ley natural.

Es triste contemplarlo pero es la historia humana de los últimos milenios, repetida cual fractal una y otra vez. Solo quien luchó se liberó.

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Existe algo que en este mundo es desconocido pero muy común en el universo que han dado en llamar, ultimamente, Quinta Densidad. Yo prefiero el término Disolución; el caso es que llegado a ese estado las cosas se ven más claras, incluso soñando, es como si El Sol estuviese a todas horas iluminando, ¿curioso, verdad?

Pero observo un efecto interesante: mucha gente, la mayoría, prefiere bajar a la Tercera para así dormir plácidamente. Incluso se recurre a pastillas, con receta médica; lo más fuerte que tengan en la farmacia. Yo les comprendo, perfectamente; me pasé muchos meses trabajando de noche y después siendo insomne, aún no sé cómo no reventé.

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En un cuento, un episodio de serial televisivo, como el que estamos viviendo el organismo necesita tanto sus horas de vigilia como de sueño. Está montado así y al que intenta superarlo... ¡se le viene el mundo encima! Y se pasa mucho miedo.

Es necesaria una gran energía personal, mucha ayuda exterior, y una paciencia casi inagotable. Todos, todo tu prójimo se pone en contra tuya, o te ven, con suerte, como un bicho raro, al cual machacar. Ostracismo es casi lo mejor que te puede ocurrir si por un casual te haces natural de la Quinta Densidad.

Te vuelves asocial; te la suda, te la pela, te partes la polla con lo que le pase al personal, pues les ves tanto de día, la hipocresía aterradora con la que se conducen, como de noche: cuando se sueltan de su carnal y se muestran con todos sus vicios y bajezas. Un constante carnaval, una saturnal siempre presente; el ejemplo que mejor les parezca. Las verdades eternas parecen desaparecer.

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Los Terceros pasan a la siguiente disolución, La Cuarta, en cuanto su cuerpo se queda roque, y se comportan como auténticos malhechores. Y ¡ay del que no les ría las gracias!.

Esto que os relato confío en que se supere próximamente, por pura energía solar que cargue sus organismos y les haga subir a la Quinta, la luminosa. Se crean formas muy bellas, poesía en movimiento, fractales por todas partes.

Jodido para subir lo tienen los pinchitos, eso sí. Sus cerebros ya no están para gran cosa. Quedarán dando vueltas y más vueltas sobre el pozo sin luz ni fondo.

Es curioso, la misma persona que en Tercera te pega y aborrece, que en Cuarta te odia e intenta matar, una vez en Quinta te ama, con un amor incondicional. Ya en disoluciones superiores la cosa va a mayores y la gente se agrupa en auténticas colmenas, en cardúmenes, ¡como las sardinas o los estorninos! Yendo al unísono de un lugar a otro del universo.

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Por eso se nos dijo: perdonar, perdonar setenta veces siete, ¡y más!

Pues aquel que en esta vida te asesine puede llegar a ser el mejor amigo de tu existencia posterior. Estelar.

Soy escritor, nada popular, pero tengo la capacidad de relatar, y sobretodo comprender, cosas que otros escritores dejaron reflejadas en famosos libros. En los que yo tengo publicados he procurado reflejar muchas de estas cosas, utilizando artefactos propios de escritores de novelas y sobretodo de teatro (el teatro del mundo) pues son muchos los años de los cuales tengo conocimiento de estas cosas.

Es bonita la Quinta y espectacular la Novena, pero nosotros seguimos siendo el mismo. Una vez concebido ya serás tú por los siglos de los siglos, evita los apegos.

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Los clásicos del Siglo de Oro español y don Pío Baroja han sido mis guías. Pasar a palabras lo inefable es casi imposible y la Lengua Española ha sido mi caja de herramientas. Leo y escribo poesía cuando me resulta posible, es el mejor destornillador universal conocido para aflojar tuercas en mi cabeza y dejar entrar cosas sutiles. Intemporales y afables.

Si en algo puedo aconsejar a los jóvenes sería esto: lean y escriban poesía siempre que puedan, cada día. Y escuchen bellas músicas; yo soy muy de Mozart y Falla y en ese plan pero ustedes procuren escuchar la música más bella de la que tengan conocimiento.

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Luminosos deseos y que la paz sea con vosotros.


Daniel Paniagua Díez

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