Yo me metí en la cocina con la idea de que fuesen algo asi como unas croquetas de pollo, pero al final, a pollo no han sabido, aunque si me recuerda a alguna especie de guiso…
La cuestión es que han quedado melosas pero, al llevar soja texturizada, parece que lleve carne picada, por lo que le da un toque diferente al resto de croquetas que hasta ahora he preparado.
Os invito a probarlas en casa y me contáis!
Ingredientes para 30 croquetas aprox:
– 225ml caldo de verduras
– 3-4 cdas soperas de sazonador para pollo (esto es al gusto de cada uno)
– 110gr de soja texturizada fina instant ecológica
– 1 cebolla mediana- grande
– 2-3 cucharadas soperas de margarina 100% vegetal (podéis usar aceite, pero será menor cantidad y puede que la masa quede algo más suelta)
– sal rosa del himalaya
– pimienta recién molida
– 1/2 vaso de vino blanco
– 5 cucharadas de harina de trigo/kamut/espelta integral o refinada, bien rebosantes
– 250-300ml de leche de arroz sin azúcares añadidos (yo uso YOSOY)
– 75-100gr de Queso vegano SATURN de Divina Teresa o AHUMADO de Violife, rallado fino
– Pan rallado
– Para el falso huevo: 1 cda sopera de harina de garbanzos, 1 cda sopera de almidón de maiz tipo “maizena” (No esta marca en concreto, ya que como sabemos, Nestle experimenta con animales) y agua o leche vegetal en cantidad necesaria
1. Ponemos el caldo de verduras a calentar junto con el sazonador de pollo.
2. Colocamos la soja en una ensaladera y una vez rompa a hervir el caldo, se lo echamos y con ayuda de una cuchara mezclamos bien hasta integrar. Y dejamos reposar
3. Picamos Muy fino la cebolla y la sofreímos a fuego medio con 1 de las cucharadas de margarina 100% vegetal, rebosante.
4. Una vez pochada, añadimos el vino blanco y dejamos cocinar otros 5-7minutos.
5. Añadimos la soja, removemos bien, añadimos pimienta y sal, mezclamos de nuevo y reservamos en la ensaladera.
6. En la misma olla, ponemos la margarina que sobra, y una vez deshecha, añadimos la harina y mezclamos bien, teniendo al lado la leche de arroz para añadirla, junto con el queso vegano rallado, y batir bien hasta conseguir una bechamel suave y sin grumos.
7. En ese momento añadimos el relleno de antes y seguimos mezclando a fuego medio alto hasta conseguir una masa espesa. Si vemos que nos hace falta le añadimos algo más de harina, siempre mezclando bien y con el fuego medio para que la harina se cocine.
8. Dejamos enfriar la masa a temperatura ambiente un par de horas y luego podemos meter en la nevera otras 2 o 3 (o hasta el dia siguiente)
9. En un bol tipo para los cereales, colocamos la harina de garbanzos, el almidón de maiz, y añadimos agua mezclando hasta conseguir el efecto huevo.
10. Ponemos agua en una ensaladera, y nos humedecemos las manos. Cogemos pedazos de masa no muy grandes, CON LAS MANOS HÚMEDAS, de este modo, la masa no se nos queda pegada. Aunque la masa no esté super densa, se pueden conseguir croquetas. (Trust me)
11. Rebozamos la masa en pan rallado, nos humedecemos las manos con el falso huevo y nos pasamos la masa de croqueta de un mano a otra hasta impregnar sin empapar, la croqueta con el falso huevo y por último repetimos el paso del pan rallado. NOTA: Lo de rebozar croquetas es un poco como lo de aprenderse las tablas de multiplicar. Cada uno tiene sus trucos. Éste es el mío.
12. Una vez estén todas hechas podemos congelarlas (dispuestas en una tabla de cortar forrada con papel film, separadas entre si, y asegurándonos de que la tabla queda recta al entrar en el congelador para que no se desparramen) o bien freírlas, en cuyo caso, os aconsejo que sea en aceite de girasol, ya que el de oliva tarda mucho en coger temperatura y lo más probable es que al final el rebozado absorba todo el aceite y la croqueta se desintegre en la sartén. Muy importante que el aceite esté MUY caliente.
Et voilà! Croqueeeeeeeeeeetas!!!