Un clásico como las croquetas de pollo hay que tenerlo siempre en nuestro recetario. Es un plato que le gusta a todo el mundo y funciona perfectamente para cualquier ocasión. Podemos sacarlas cuando hay vista, para picar antes de una comida, como primer plato, e incluso, nos pueden salvar más de una cena. Si tienes niños, también serán un triunfazo.
El secreto de una buena croqueta de pollo es, según mi opinión, la conjugación de tres pilares básicos: cremosidad, tamaño de la hebra de carne y textura del empanado. Sin olvidar por supuesto el sabor! Debe ser una croqueta con que se funda en la boca, donde se encuentra sustancia (carne) y donde la corteza crujiente introduzca un contraste. Si ha esto le añadimos sabor, tenemos un resultado de sobresaliente!
Hoy estoy aquí para enseñarte a preparar mi receta de croquetas de pollo. La he testado varias veces y créeme que funciona.
Esta receta tiene dos trucos que ponen a esta receta en un nivel superior: gelatina y panko.
Agregamos gelatina a la masa para ganar más cremosidad. Podremos tener en caliente una croqueta mucho más líquida, mientras que en frío tendremos una masa mucho más firme y manejable.
El panko es un ingrediente japonés. Se trata de unos copos de pan blanco que se usa para empanar pollo, carnes y pescados. Aporta una textura mas crujiente pero no más duro. Por ello es un ingrediente perfecto para nuestra receta de croquetas de pollo. El panko se consigue en tiendas de productos asiáticos, es un ingrediente bastante común.
Si quieres hacer panko en casa puedes triturar pan de molde sin cortezas en una picadora. Lo extiendes en una bandeja de horno y la secas a 100º en el horno con calor arriba y abajo y controlando cada 10 minutos para que no se dore ni se queme. Después lo guardas en una bolsa zip o en un tarro hermético, donde no pueda entrar humedad.
La carne de pollo que he empleado en esta receta de croquetas era de un asado que tenía del día anterior. Es una receta que nos viene fenomenal también para aprovechar sobras en la nevera. Si no tienes pollo, puedes cocer unas pechugas en agua con sal durante unos 15 minutos.
Vamos con la receta.
Receta de croquetas cremosas de pollo con panko
- Ingredientes para unas 20 croquetas
- 250gr de pollo
- 2 cebollas blanca o cebolletas
- 100gr de harina
- 750ml de leche
- 250ml de caldo de pollo
- 100gr de mantequilla
- 6 hojas de gelatina
- Aceite suave para freir o girasol
- Sal fina
- Panko
- 3 huevos
Para hacer la masa de estas croquetas de pollo
- Empezamos picando bien la cebolla. Debe ser en taquitos pequeños o brunoise. En un caldero la sofreímos lentamente con la mantequilla u un chorro de aceite de oliva suave.
- Mientras sofreímos la cebolla, desmenuzamos bien el pollo cocido con las manos. Los trozos no deben ser más grandes que 0,5 centímetros aproximadamente.
- Una vez pochada la cebolla, agregamos el pollo y rehogamos.
- Seguidamente añadimos la harina y tostamos unos minutos mientras removemos. Lo ideal es trabajar con una espátula.
- Por otro lado hidratamos la gelatina en agua tibia.
- Vamos añadiendo la leche y el caldo de poco en poco para no se formen grumos. Removemos y seguimos añadiendo.
- Añadimos la gelatina hidratada y dejamos cocer unos 20 minutos. No debemos dejar de remover para que la masa no se pegue al fondo y no se queme.
- Una vez cocida la pasamos a un recipiente y la dejamos enfriar, primero a temperatura ambiente y después a la nevera. Hay que esperar a que se enfríe bien para poder formar las croquetas.
Para formar las croquetas
- Cuando la masa esté fría la sacamos de la nevera.
- Preparamos tres platos hondos. En uno ponemos harina blanca, en otro los huevos batidos y en el tercero el panko.
- Con las manos cogemos un trozo de masa de croquetas y le damos forma redonda. También podéis con dos cucharas darle forma más ovalada de quenelle.
- Pasamos la bola de masa primero por harina y sacudimos el sobrante. Depués por el huevo batido, que se impregne bien, y luego por el panko. Nos aseguramos de cubrirla bien.
- Una vez tenemos todas las croquetas de pollo empanadas, podemos congelarlas, guardarlas en la nevera o freírlas directamente.
PARA FREÍR LAS CROQUETAS
- Yo suelo usar un cazo, dado que así el aceite cubre más. Lo llenamos con tres dedos de aceite y lo calentamos. El aceite debe de estar a unos 175, vamos que no tiene que humear. Si el aceite está demasiado frío o demasiado caliente, se os pueden abrir las croquetas.
- Introducimos las croquetas en el aceite. No metáis demasiadas, porque la temperatura del aceite bajará muy drásticamente.
- Cuando estén doradas las retiramos del aceite y las dejamos reposar unos minutos sobre papel absorbente.