Revista Cocina
La Navidad me ha tenido alejada del blog, pero mi compromiso con el #RetoFacilísimo me despierta de mi letargo. Este mes despedimos un año y damos la bienvenida a otro, así que cocinamos bajo el lema 'Algo viejo, algo nuevo'.
Y, ¿acaso hay algo más viejo que las 'cocretas' de pollo de la abuela?
Y hago un inciso: Creo que 'cocreta' aún no está admitida por la RAE, lo cual me sorprende viendo el elenco de nuevas incorporaciones recientes. Aunque esa es otra historia. Seamos correctos pues, y vayamos con la croqueta.
Alguno se preguntará qué tiene de nuevo una receta de croquetas. Les contaré algo: Antes de ponerme con esta receta, la última vez que tuve contacto con esa masa pegajosa fue hace unos...unos...unos 30 años como mínimo. Veréis, mi madre hacía unas croquetas exquisitas, hasta que llegó el día en que se hartó de dedicarles su tiempo y quiso que se lo dedicáramos sus hijas. Ella hacía la masa, y nosotras dábamos forma y hacíamos el resto del trabajo. Nos dijo: 'Es muy fácil y entretenido'. Con mucha paciencia intentó enseñarnos varias técnicas para que la forma fuera la adecuada y para que no se nos pegaran tanto a las manos. Imaginaos si me marcó la experiencia que aún recuerdo la fuente en la que estaba la masa, y el lugar exacto en el que estaba sentada en la cocina de mi niñez. Imaginaos si me marcó tanto que ese día decidí que nunca haría croquetas cuando se podían comprar preparadas. Por suerte mi madre todavía hizo algunas más, y hace ya bastantes años que le busqué sustituta y mantengo un suministro algo regular: mi suegra. Así que entre las de mi madre, las de paquete, las de los restaurantes (donde las puedes encontrar de todas las formas y sabores), y las de mi suegra, ¿para qué volver a pasar por esa experiencia?
Pues que mejor ocasión que para el #RetoFacilísimo. Como entendí que hacer croquetas de pollo quizás sólo era nuevo para mí, añadí unos pluses para que cada uno de ustedes se identifique con una novedad. Ya, seguro que habrá alguno que los haya probado todos...entonces este post no es para ti (aunque te puedes pasar por otras recetas).
Y esas variantes de lo tradicional son:
- Añadir un nuevo ingrediente que aporte sabor, y claro, en estas fechas, lo que hay por casa es una pata de jamón ibérico que le viene genial.- Hacer la masa en Thermomix. Y ojo que esto tiene su valor. Investigué mucho por internet y resulta que al parecer es muy difícil de hacer la masa en Thermomix. Cogí ideas de aquí y de allá, y por lo que se ve he tenido la suerte de que me quedara magnífica. Y esto lo sé porque mis hijos, muy entendidos en la materia, las alabaron.- No tocar la masa con la mano para darles forma. Para ello usamos una manga pastelera y un cuchillo.
¿Te animas?
Ingredientes para un montón de croquetas (dependerá del tamaño, granditas, unas 50)
- 1 bandeja de solomillos de pollo de unos 500gr. ó unos 300gr. de pollo ya asado, guisado, etc.- Jamón ibérico al gusto (lo ponemos para potenciar sabor)- 200gr. de cebolla- 90gr. de aceite de oliva suave- 250gr. de harina de trigo- 800gr. de leche- 1 pastilla de caldo de pollo- Nuez moscada, pimienta molida, sal
- 4 huevos- 1 paquete de pan rallado
Modo de preparación
Lo primero será cocinar el pollo si no es de sobras. Hazlo como lo suelas preparar, o simplemente pon en una bandeja de horno un poco de aceite, coloca encima los solomillos de pollo salpimentados, rocíalos con el zumo de un limón y agrega p.e. tomillo. Tapa con papel de aluminio y pon al horno unos 30 minutos a 140º. Una vez cocinado y limpio de cartílagos, esos 500gr de pollo que vienen en la bandeja se convierten en los 300gr que necesitamos para nuestra receta.
Introducir el pollo ya cocinado y el jamón deseado en el vaso de la Thermomix, a velocidad 6 durante 6 segundos y apartar.
Poner la cebolla cortada en cuartos en el vaso, yo usé cebolla y echalotes hasta completar el peso, pues es lo que tenía en casa. Ponerla a velocidad 4 durante 6 segundos. Usar la pala para bajar los restos de las paredes del vaso y dar otro golpe de Thermomix para que queden bien finas (más si tienes pequeños a los que no les guste el tropezón de cebolla). Añadir el aceite y programar 10 minutos a velocidad 1 y temperatura 100.
Cuando pare echaremos la harina y programamos 3 minutos, a velocidad 3, temperatura 100. Incorporamos después la leche, la nuez moscada, la pastilla de caldo, y mezclar 6 segundos a velocidad 6. Programar después 7 minutos a velocidad 4 y temperatura 100.
Pasado este tiempo añadir el pollo y el jamón que teníamos reservado. Quitar el cubilete de la tapa y poner la espátula en su lugar. Programar 3 minutos más a velocidad 4 y temperatura 100. La masa se mezclará tanto por las cuchillas como por la parte superior con la espátula, que girará también. Puedes parar pasado el primer minuto, abrir, mezclar bien con la espátula de forma manual, y proseguir con el resto del tiempo.
Ya sólo queda colocar la masa en una manga pastelera de boca ancha, tanto como anchas queramos las croquetas. Existe una boquilla especial para este menester. Mi solución fue no poner boquilla, el tamaño perfecto. Dejamos enfriar la masa.
Espolvorear pan rallado en una bandeja y hacer tiras con la masa fría de la manga pastelera. Mientras más fría esté, más fácil de modelar. Cortar del tamaño deseado para las croquetas con un cuchillo. Hacer rodar las croquetas sobre sí mismas para cubrirlas de pan rallado. Pasarlas por huevo batido y volver a pasar por pan. Estas 2 capas de pan son las responsables de unas excelentes croquetas crujientes por fuera y cremosas por dentro.
Ya sólo queda freírlas y disfrutarlas. Recuerda calentar bien el aceite y freírlas de poco en poco para que no se abran. Ya verás, todo un éxito.
Y como en todos los retos, mis compañer@s de la Red Facilísimo tienen otras propuestas viejas y nuevas en #RetoFacilísimo. ¿A que tienes curiosidad?