Nuestro motivo principal para incluir Guilin en el viaje a China fueron las terrazas de arroz de Longsheng, pero en cuanto indagamos un poco y vimos las fotos de los paisajes kársticos del río Liañadimos esta excursión en crucero a la lista de imprescindibles. Y tampoco nos defraudó.
En el folleto informativo vimos también la excursión en grupo a los bancales de arroz que acabábamos de hacer con Gary y nos llevamos otra alegría: mismo precio pero un plan, en nuestra opinión, mucho peor.
Crucero en balsa de bambú por el río Li
Para la excursión por el río Lí dudamos entre el crucero de 4 horas en barco grande con comida incluida (pésima según leímos en foros y por lo que nos dijeron las propias agencias encargadas de venderlo) y el de 2 horas en balsa de bambú entre Yangdi y Xingping y finalmente optamos por éste último. Veíamos ventajas y desventajas en ambos y al final decidió el dinero: el de bambú era bastante más barato y por muy elegante que fuera la agencia y lo bien que hablaran inglés seguíamos estando en China para el tema de pagar con tarjeta: entre susto y asco sólo con hacer ademán de sacarla de la cartera.Sobre las 10:30 nos recogieron y nos llevaron en autobús hasta el puerto de Yangdi, donde ya nos quedamos pasmados con el impresionante paisaje kárstico característico de esta zona. Estas fantásticas formaciones son el fruto de la acción "disolvente" de los ríos de la región sobre ciertos minerales que conforman estas rocas.
Las balsas son para cuatro personas y va a motor. Las dos horas se te pasan volando mientras asimilas ese paisaje de sueño e intentas captarlo con la cámara de fotos, vídeo y, sobre todo, con la retina.
Es uno de esos momentos en la vida en que desearías tener como mínimo otros dos ojos en la parte trasera de tu cabeza. Al llegar a Xingping, antes de que la balsa dé la vuelta y se dirija de nuevo a Yangdi, puedes aprovechar para disfrutar en vivo y en directo de la imagen del billete de 20 yuanes.
Queríamos ir al espectáculo nocturno Impression Sanjie Liu en Yangshuo, incluso pagando el autobús de vuelta, pero la guía nos dijo que no quedaban plazas en el bus así que no tendríamos forma de volver a Guilin. O eso o que quería vendernos a toda costa la otra opción: el crucero por el río Yulong. Lo consiguió y no nos arrepentimos. A pesar de pasar por turistadas varias, los paisajes superaron incluso a los que habíamos visto en el río Li.
Después de comer en el típico sitio hasta los topes de turistas (a elegir entre tallarines y arroz, 10 yuanes cada plato), hicimos un breve recorrido guiado por el pueblo de Yulong, a unos 10 kilómetros de Yangshuo. Allí se encuentra el famoso Puente del Dragón, construido en piedra hace 600 años. Aunque abarrotado de turistas hay que reconocer que las vistas desde este puente son sencillamente alucinantes, para que os hagáis una idea echad un vistazo a la foto.
El río Yulong desde el Puente del Dragón
El resto de la tarde la pasamos subiendo, navegando y bajando de la balsa de bambú a remo, para dos, con sombrilla y con nuestros pies en el agua. Paramos en una isla para ver, tocar y alimentar a los búfalos de agua (también podías subirte encima pero nuestra experiencia nos dice que es mejor no subirnos en algo que no sea un burro).
Pesca con cormorán | Búfalo de agua |
Desde la balsa, vimos ponerse el sol tras los picos que rodean el río Yulong, una vista y un día inolvidables.
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