El crumble es un pastel con frutas, de origen inglés. Es el típico postre que podemos improvisar, ya que los ingredientes necesarios son tan básicos, que es raro que no los tengamos en casa.
Y digo esto porque, aunque este es de melocotón, se puede hacer con cualquier fruta: fresas, cerezas, ciruelas, manzanas... así que no hay excusa para no hacerlo.
Ingredientes (Para el crumble)
- 225 gr. de mantequilla fría cortada en trocitos
- 225 gr. de azúcar
- 1 huevo tamaño L
- 325 gr. de harina
- 1 cucharada de levadura
- 1/2 cucharadita de canela
- Una pizca de sal
- 1 lata de 1 Kg. de melocotón en almíbar
- 2 cucharaditas de zumo de limón
- 1/2 cucharadita de canela
- 50 gr. de harina
- 150 gr. de azúcar
- Una pizca de sal
Precalentamos el horno a 180º.
Cortamos los melocotones en trozos de diferente tamaño y reservamos.
Mezclamos la harina, el azúcar, la levadura, la sal, la canela y la mantequilla (yo lo hice en la thermomix) hasta que tenga una textura "migosa". Añadimos el huevo batido y mezclamos hasta que quede homogéneo.
Dividimos la mezcla en dos partes. Colocamos una parte en la base del molde y la otra la guardamos en la nevera.
Para el relleno, mezclamos en un bol los melocotones con el zumo de limón y reservamos.
En otro bol mezclamos la harina, el azúcar, la sal y la canela y añadimos los melocotones y mezclamos.
Echamos la mezcla de los melocotones en el molde y esparcimos por encima el resto del crumble que teníamos en la nevera.
Horneamos 45 minutos hasta que esté dorado.
Se puede tomar caliente o frío. Yo lo acompañé de helado de vainilla, porque el sabor de la canela con la vainilla me encanta.
Ana