Los crumpets son unos pasteles elaborados con una base de harina, levadura y leche. Son uno de los bocados más tradicionales y populares de la gastronomía británica. Recuerdan a las tortitas en cuanto a los ingredientes que los integran, pero tienen una textura diferente. Son muy esponjosos y están llenos de agujeritos que permiten que la mantequilla, mermelada o aquello con lo que los untemos se cuele por ellos y los llene de sabor.
Para hacer crumpets es necesario usar moldes circulares para darles la forma que los caracteriza. Podemos usar aros de emplatar o, en caso de no disponer de estos, contemplar la posibilidad de fabricar unos moldes provisionales con unas latas redondas de conserva, con cuidado de pulir bien los bordes para no cortarnos. Los crumpets son tan sorprendentes que merecen ese esfuerzo extra.
¡Vamos con la receta!
Ingredientes para seis crumpets
250 grs de harina de trigo, 6 grs de levadura seca de panadero, 150 ml de agua tibia, 5 grs de azúcar, un pellizco de sal, 200 ml de leche y mantequilla.
Elaboración
En un recipiente amplio mezclamos la harina, la levadura de panadero, el agua, el azúcar y la sal. Removemos hasta obtener una mezcla homogénea. Templamos la leche y se la agregamos a la masa anterior, removemos nuevamente hasta mezclar bien. Cubrimos el recipiente con un trapo limpio o papel film y dejamos reposar durante una hora a temperatura ambiente.
Engrasamos el interior de los aros de emplatar y los colocamos sobre la superficie de una plancha o sartén con un poco de mantequilla. Vertemos parte de la masa dentro de cada aro, hasta llenar no más de un centímetro de altura. Si usamos una cuchara para helados la tarea nos resultará más fácil y repartiremos la masa de manera igualitaria.
Cuando la masa comience a mostrar burbujas en la superficie, volteamos los crumpets (aro incluido) con ayuda de una espátula. Podemos, entonces, retirar el aro pues la masa habrá cuajado y no se desbordará por la plancha. Dejamos que los crumpets se cuezan durante un par de minutos antes de retirarlos del fuego.
Repetimos la operación tantas veces como sea necesario hasta usar toda la masa. Retiramos los posibles bordes irregulares, de habernos quedado alguno, con un cuchillo afilado y guardamos los crumpets en un recipiente hermético hasta el momento de consumir (no más de 24 horas).
Degustación
A lo largo y ancho del Reino Unido, los crumpets son consumidos, principalmente, a la hora del desayuno y su mejor compañero es una taza de humeante té con leche. Pero también podemos disfrutar de ellos en la merienda, así como acompañarlos de la bebida que más nos guste. A la hora de servirlos, conviene calentarlos ligeramente en una sartén o en la tostadora y extender sobre ellos un poco de mantequilla, mermelada, miel, crema de cacao, etc.