Revista Cultura y Ocio
Opinión
Continuamos con la segunda parte de una trilogía de la cual me esperaba una cosa y ahora, después de terminar de leer este segundo libro, me doy cuenta que no va a pasar lo que yo creía. Esta no la historia de amor que pensaba encontrar entre un demonio y una mortal, para nada. Lo malo, que después de los últimos acontecimientos que ocurrieron en el primer libro, si que pensé que en este segundo, los tiros irían un poco más por esos terrenos, pero nada, me he equivocado de lleno y es por ello por lo que me siento un poco chafada con el libro y la historia.
La crypta sigue el mismo patrón que el primer libro. Es en este libro cuando me he dado cuenta que la trilogía es íntegramente sobre Eblus. No vamos a ver la típica historia de amor, pese a que él sí se enamora de una mortal, si no que nos encontramos ante la historia de un demonio muy peculiar, sera él el que nos valla contando los acontecimientos que tienen o han tenido lugar a lo largo de su larga existencia.
Bueno... vale.... Natalia sale un poco más ahora, pero solo porque es un personaje importante en la vida de Eblus, pero no de la manera que yo esperaba. Pues la interactuación entre ellos no sucede apenas y ella no para con sus obsesión con Bernal. Natalia la verdad es que cada vez me cae peor. Es un ser egoísta y manipulador y por lo que puedo intuir, un personaje que seguro que aun dará guerra.
Eblus nos vuelve a llevar a través del tiempo, pues va intercalando cosas del presente y del pasado en la historia. Como él mismo dice, es un gran orador y hay veces que se le va la cabeza y se extiende demasiado contándonos sus grandes logros como demonio. Como conoció a grandes personajes y todos sus éxitos y los fracasos.
En definitiva, un libro interesante si no buscamos, como hacia yo, una historia de amor entre Eblus y Natalia, pues si es así la novela nos defraudara íntegramente. Tenéis que haceros a la idea, como lo he hecho yo, que esta es la historia de Eblus, solamente, y que los personajes que aparecen son parte de su vida, nada más.
En breve leeré la tercera y ultima parte y en la que, sinceramente, no se que esperarme.
Sara.