CSI España

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), además de su estimación en el reparto de escaños al Parlamento, publica datos muchos más relevantes que deberían hacernos reflexionar sobre la doble crisis en la que nos encontramos. Queremos que sean las instituciones democráticas las que tomen la batuta para salir de este agujero económico, pues vamos cuesta abajo y sin frenos. Un 78% de los ciudadanos españoles piensan que la situación política es “mala” o “muy mala”; y los futuribles socorristas parten con una impopularidad del 71%, en el caso de Rajoy, y de un 69% para Rubalcaba. Pero aún así esa desconfianza se traduce en ciega confianza (76% del voto estimado) como Mesías que nos lleven a la Tierra Prometida donde no habrá tijeretazos sociales. Será por la influencia de la universal ley económica: si no hay confianza no funcional el mercado. Por eso será que los datos de la encuesta reflejan que el PP está más capacitado para afrontar todos los temas, excepto la política social, la igualdad de género y el medio ambiente, pese a que su labor en la oposición es “regular” tirando a “mala”. Además, parece que los departamentos ejecutivos del PP serían capaces de resolver los problemas de una sociedad que se encuadra en un espectro de centro-izquierda.  No es menos cierto también que los polos de distinto signo se atraigan. Pero aparte de elegir al próximo Parlamento también hay elecciones al Senado. Acuérdense, de esa papeleta color marrón, aunque su uso sea simplemente no tener uso.La teoría freudiana tiene ante sí el mejor experimento posible para modernizar el psicoanálisis y la conducta humana. Si ellos no son capaces de explicarlo, dejémosle el caso a Grissom. “Ni siquiera sabemos por dónde empezar” le dijo uno de sus colaboradores. “Empecemos por el principio”, contestó tajante Grissom.