¡Hola! ¿Cómo están? ¡Tanto tiempo sin vernos! ¿Cómo los está tratando la vida? De corazón, deseo que muy bien 😊😊😊 Me alegra muchísimo poder regresar a mi cocina y tenerlos como visitantes nuevamente, después de estos dos meses de parate obligado 😉 Les cuento que ya he terminado con las sesiones oficiales de terapia para recuperar mi rodilla y que ahora mismo me encuentro en la etapa de fortalecimiento y puesta a punto final para volver a la totalidad de mis actividades (sigo extrañando como loca el yoga; pero, cada día, estoy más cerquita de volver a practicarlo y eso me entusiasma). Ya voy a todos lados sola y no dependo de que me lleven para aquí o para allá como niñita (solemos apreciar lo que tenemos cuando lo perdemos, eso está clarísimo. Y la libertad de movimientos es una de las pequeñas gracias que omitimos a diario, como dándola por sentada, que, cuando desaparece, aprendemos a valorar de otra manera), hago una rutina especial de ejercicios para recuperar masa muscular, perdida por la caída y posterior reposo; los dolores son escasos, pero las consecuencias serán permanentes y cuando me vuelva mayorcita, es posible, que recuerde con poco cariño toda esta anécdota... 😔 Pero, como en la vida las cosas no siempre son como deseamos, después de berrinchear un poco (a veces no sobrellevo la frustración y la bronca como una roca, debo admitirlo Jajaja), aquí estoy haciéndome a la idea de que lo que hay es lo que hay y punto 😕😏 Disculpen que no he podido volver antes, pero es que cuando estaba a punto de sentarme frente a la notebook para empezar a trabajar en nuevas recetas, me pesqué una gripe como hacía tiempo no me pasaba. Fiebre, dolores por toda mi humanidad y una falta de fuerzas descomunal me dejaron fuera de combate por un poco más de una semana. Por eso, he tardado en regresar por aquí un tiempo más del que tenía previsto. Dicho esto... ¡Fin del tema salud y vayamos a la receta de esta semana que es lo más interesante! 😍Mientras esta cocina permanecía cerrada, he compartido esta preparación en Instagram (porque habré estado de terapia, estudios y rehabilitación... pero, cocinar seguía cocinando, se los garantizo) y ha tenido muy buena recepción; por eso, me pareció oportuno recibirlos - después de tanto tiempo - con un manjar muy poco pretencioso, pero que sé les va a encantar, estoy segura 😋
Se trata de una receta que prepara mi madre desde que tengo memoria, y que sabe a gloria misma. Es deliciosa, jugosa, bien húmeda, sin un gramo de harina (sólo un poquito de almidón de maíz, lo que la hace apta para celíacos) y tan fácil que no podemos decir que no nos animamos a prepararla 😉 Quienes pasan por aquí seguido, saben que mi mamá es fanática de la ricota/requesón al punto de comerla así, sin nada, cucharada va y cucharada viene, hasta hacerla desaparecer por completo. Por eso, sus recetas con ricota/requesón son infalibles. Salen o salen bien, seguro. Son ejemplo de ello, sus ñoquis de ricota, que ya son mis ñoquis de ricota (y que me sirven de punto de partida para otras versiones de una de mis pastas favoritas) o su tarta de ricota/requesón que es un manjar y en la que he basado cada una de mis tartas de ricota sola o con combinaciones de sabor (como la que incluye dulce de leche y pueden encontrar aquí mismo)... Eso sí, las recetas de ella son simples y sin complicaciones porque siempre ha contado con poco tiempo para estar en la cocina. Es que mi madre trabajaba gran parte del día y luego, en casa, lo que menos quería era enredarse en recetas complicadas porque estaba cansada y porque la paciencia es una virtud que no abunda en su personalidad. Por todo eso, puedo darles mi palabra de honor que estos Cuadritos de ricota/requesón se preparan en un ratito nada más (pero, eso es un secreto que podemos guardar entre nosotros. Shhhh) 😉😎
Para comenzar, ponemos a precalentar el horno a 180-190℃ y cubrimos con papel manteca/para hornear un molde apto para horno rectangular o cuadrado (en mi caso, rectangular de 30x20 centímetros). Reservamos.
Luego, en un bol batimos a punto nieve 3 claras de huevo junto con una pizca de sal para que monten bien. Reservamos.
Aparte, batimos con batidora eléctrica 500 gramos de ricota/requesón (en mi caso, descremada) mientras le incorporamos 3 yemas de huevo, de a una por vez, integrándolas muy bien antes de continuar con la siguiente.
Entonces, agregamos la ralladura de una naranja y 5 cucharadas de almidón de maíz. Continuamos batiendo mientras incorporamos 395 gramos de leche condensada (yo utilicé descremada).
Por último, dejamos la batidora y tomamos la espátula/miserable para añadir las claras batidas a nieve que habíamos reservado, incorporándolas (en un máximo de 3 veces) con movimientos envolventes. La primera porción de claras podemos integrarla de manera algo descuidada y con movimientos rápidos porque lo que buscamos es igualar densidades para que la tarea nos resulte más fácil y eficaz; de la segunda en adelante, seremos más cuidadosos, buscando realizar movimiento envolventes desde el centro del recipiente al que iremos girando para mejorar la acción e impedir la pérdida de volumen. Una vez logrado esto, volcamos la preparación en el molde que habíamos preparado previamente y horneamos por unos 35-40 minutos o hasta que se dore ligeramente. En ese momento, apagamos el horno y dejamos allí adentro unos 5-10 minutos más para que repose y termine de cocerse.
Entonces, retiramos del molde, separamos los bordes del papel manteca/para horno y dejamos que se enfríe por completo sobre una rejilla de secado antes de quitar la base del papel en donde lo horneamos.
Una vez frío por completo, cortamos las porciones del tamaño deseado (procuremos que no sean muy grandes para no correr riesgos de que se rompan por su propio peso) y espolvoreamos con azúcar impalpable/glas. Entonces, despegamos cada porción del papel en que las horneamos y dejamos que se oreen. Puede ser que, pasadas las horas, la cubierta de azúcar haya disminuido por efecto de la humedad de la masa. Si lo deseamos, podemos volver a espolvorear más azúcar impalpable/glas en la cubierta antes de servir.
Para conservar estas pequeñas delicias, debemos guardarlas en envases herméticos dentro de la heladera/nevera/refrigerador, sacándolas unos 30 minutos antes de servirlas para que tomen temperatura ambiente, lográndose así distinguircon claridad sus sabores al momento de comerlas.
Algunas observaciones y recomendaciones finales: Si así lo prefieren, en lugar de ralladura de naranja pueden utilizar de limón, mandarina o pomelo. Mejor aún, pueden emplear la de todos los cítricos que tengan en casa, aportando mucho aroma y sabor a la preparación.
Recuerden escurrir muy bien la ricota/requesón antes de utilizarla para que la preparación quede firme.
Es muy importante mantener un buen batido para que la mezcla quede lo más aireada posible, ya que no cuenta con ningún tipo de agente-ingrediente que provoque un levado por acción química dentro del horno. En este caso, las yemas y las claras de huevo, con todo el aire que puedan tomar durante el batido serán las encargadas de lograr que esto sea posible.
Tengan en cuenta que para el perfecto montado de las claras a nieve no es necesario utilizar ningún producto químico. Alcanza con una pizca de sal y, como requisitos imprescindibles, que el bol que utilicen para realizar la tarea, junto con las paletas de la batidora, se encuentren completamente limpios y desengrasados. Además, las claras de huevo (que deben estar a temperatura ambiente; aunque para separarlas de las yemas, lo ideal es hacerlo apenas salen de la heladera/nevera/refrigerador) deben estar completamente libres de cualquier resto de yemas. Con estas precauciones, jamás fracasarán a la hora de obtener claras batidas a nieve perfectas.
El almidón de maíz puede ser reemplazado por fécula de mandioca/yuca. En ambos casos, los resultados serán similares, aún en sabor, puesto que, si bien, la mandioca/yuca tiene un sabor terroso algo más dulce, la escasa cantidad que requiere la receta no aporta muchos matices en el resultado final.
Recuerden mezclar con movimientos envolventes para lograr que la mezcla quede homogénea y que no baje su volumen. Asimismo, es importante lograr integrar en su totalidad las claras de huevo para que, más tarde, no queden pequeños pelotones de ellas (similares a grumos) durante la cocción, desluciendo el producto final.
Si así lo prefieren, pueden preparar su propia leche condensada casera. Para ello, en la web podrán encontrar la receta que más se acomode a sus gustos y necesidades. Incluso, pueden encontrar varias opciones para preparar leche condensada vegana (incluyendo la que nos propone Pilar en La Olla vegetariana).
Esta receta no incluye azúcar (más que la que utilizamos en la decoración final) porque con el azúcar que contiene la leche condensada alcanza perfectamente, logrando un perfecto balance entre el perfume cítrico de las naranjas y el sabor neutro de la ricota/requesón.
Espero haberlos tentado mínimamente con estos Cuadritos de ricota/requesón que son un manjar sin más vueltas, perfectos para darnos un gusto, recibir amigos y acompañar el té o un sabroso café. Como les prometí, se trata de una receta súper simple que no falla y que deja enamorados a los fanáticos de la ricota/requesón (en mi casa dura un suspiro cada vez que los preparo), conquistando a todo mundo con un corazón tierno y bien húmedo, su perfume agradable y su sabor delicado. Los invito a que si preparan esta receta (o cualquier otra de mis propuestas) compartan sus fotografías en la página de Facebook de Bouquet Garni Recetas, así puedo asomarme a sus cocinas y deleitarme con sus preparaciones 😉Les deseo una hermosa semana. Espero que disfruten mucho junto a sus seres queridos y recuerden experimentar en la cocina porque siempre sale algo bueno de allí 😘😘😘
Antes de despedirme, quiero enviarles toda mi fuerza, cariño y energía a mis amigos en México (país del que guardo un cariño enorme porque, tanto como turista como cuando lo he visitado por razones laborales, me han hecho sentir como en casa con su generosidad y hospitalidad), Miami y sus alrededores, así como a aquellos que viven en Cuba y Puerto Rico (personas encantadoras, gentiles y amorosas que siempre me han recibido como a una local). La Naturaleza nos ha mostrado nuevamente su cara menos amable, dejando en evidencia cuán pequeños somos ante su inmenso poder... 😔💗 Todo mi amor y solidaridad para ustedes.Textos y fotografías: ©Bouquet Garni Recetas - Silvina Fernández Di LisioDigiscrap: ©Designs by Connie Prince/Aimee Harrison Designs/Bouquet Garni Recetas