Revista Salud y Bienestar
Los científicos han luchado durante mucho tiempo por comprender por qué las actividades de poco valor evolutivo aparente, como escuchar música, brindan tanto placer. Estudios anteriores han relacionado escuchar música con la activación en los centros de recompensa del cerebro, pero han producido resultados contradictorios sobre cómo las predicciones musicales y las sorpresas se relacionan con el placer. Es por ello que una investigación publicada recientemente en JNeurosci investigadores de la Society for Neuroscience emplearon un modelo matemático para determinar la previsibilidad e incertidumbre de los fragmentos musicales y luego pidió a los oyentes que calificaran cuánto les gustaban las canciones. Los oyentes preferían canciones de mediana complejidad, como las que contrarrestaban las expectativas inciertas con eventos musicales predecibles. Por el contrario, las canciones que ofrecen expectativas más ciertas podrían contener eventos musicales más sorprendentes y aún ser del agrado. La investigación concluye que la gente prefiere canciones con solo una cantidad moderada de incertidumbre e imprevisibilidad como la música ambiental.