Publicado por valedeoro en 11/03/2011 bajo minimalismo | Sé el primero en comentar
La meta de los estoicos es tener una vida tranquila. Todas sus estrategias intentan preservar la tranquilidad frente a los altibajos que tiene la vida. Justamente por su forma de aceptar la vida tal y como era, y siempre ver lo positivo de cada situación, no les resultaban extrañas las críticas.
3 Estrategias para desarmar un insulto (o no)
El problema de los insultos son las emociones negativas asociadas a ellos. Para apartar estas emociones, hay diversas estrategias basadas en el raciocinio.
- ¿Es verdad? Párate un minuto para analizar si el insulto es cierto, o para ver por qué te sientes insultado. Quizás lo que te han dicho es verdad. En este caso deberás das las gracias a la persona.
- ¿Cuánto entiende la otra persona del tema? Puede ser que la otra persona no tenga toda la información necesaria para entender la situación. Si lo consideras importante, puedes aclarar los hechos.
- ¿Quién ha sido la fuente del insulto? Podrás aceptar el insulto como una crítica constructiva si la persona es respetada por sus conocimientos en la materia. En caso contrario puedes sentirte aliviado: si la persona no entiende del tema y te critica, entonces probablemente lo estarás haciendo bien.
Con el tiempo aprenderás a tomar con tranquilidad las opiniones de las otras personas sin que afecten a tu estado anímico.
Las mejores respuestas a los insultos
La mejor respuesta a toda clase de insulto es el humor, y especialmente el humor que muestra que no nos lo tomamos demasiado en serio. Exagerar todavía más el insulto, agradecerlo, y reírse de él son las estrategias más efectivas. Indica que no te tomas en serio a la persona que te insulta. Y generalmente esta es la mejor respuesta.
Solo hay un problema: para poder responder con humor es necesario estar atento y tener las ideas en el momento preciso. En la vida real, las mejores respuestas siempre vienen horas después del insulto. La alternativa es, mantenerse calmado y no hacer nada. La idea es ignorar a la persona que te insultó como si no le hubieras escuchado. De paso mostrarás al insultante y a las personas de alrededor que simplemente no tienes el tiempo para semejantes tonterías.
Solo en caso de que la no-respuesta se pueda interpretar como una debilidad que traerá problemas en el futuro (por ejemplo cuando un hijo insulta a la madre, o un estudiante al profesor), los estoicos recomiendan un castigo adecuado para el insulto. El castigo servirá para corregir el comportamiento de la persona, pero no de venganza.
Lo que un(a) minimalista puede aprender de los estoicos
Para que un insulto funcione, tienes que aceptarlo como tal. Deconstruir la fuente del insulto puede ser parte de la meditación estoica, pero responder (o no) depende de la práctica. Y como minimalista tendrás suficientes oportunidades para practicar. 33 prendas son muchas o muy pocas. La economía se hunde porque no compras etc… Curiosamente este tipo de insultos te ayudarán a perfeccionar tus reacciones para otros insultos menos previsibles. Si dices que eres minimalista (o cualquier otra posición controvertida), entonces puedes lidiar mejor con los comentarios negativos, porque ya sabes que vendrán. La práctica es la que te llevará a la maestría, de hecho las personas que te insultan están ayudándote a avanzar como minimalista. Deberías agradecerselo.
Inspirado en capítulo 11 de: “A guide to the good life”, Irvine (2009).
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