Revista Ciclismo
Tras haber estado unos días sin hablar de ciclismo profesional y sin tiempo apenas para poner por los estudios y el atletismo, ya os voy a hablar, especialmente de Sastre (Cervélo).
A Carlos, aparte de por ser una gran persona, se le caracteriza porque dice las cosas a la cara. "No le doy muchas vueltas a los problemas, trato de aprender de ellos y adquirir experiencia". El abulense, vencedor del Tour 2008, asegura que esa victoria, que marcará para siempre su vida deportiva, "me dio una tranquilidad que antes no tenía; sacié un parte de mis ambiciones. Lo peligroso es que te creas que ya lo has ganado todo. No es mi caso porque tras saborear ese triunfo me sentí más motivado para seguir buscando nuevos retos".
Y el reto para 2.010 será el Giro de Italia, donde el año pasado ganó en Monte Petrano y Vesubio. El del Cervélo es un escalador de los buenos y, además, se defiende, y mucho, en las contrarreloj. "Soy un escalador atípico".
Respecto al Tour de Francia, lo tiene aparcado. "Sólo tomaré una decisión tras acabar el Giro", señala.
De este Giro de Italia, según él, cabe destacar las diez o doce últimas etapas. "Creo que la primera de montaña será la octava. Ahí empezará la carrera. Antes habrá que tratar de no caerse ni perder demasiado tiempo en un trazado estresante tanto por las neutralizaciones como por cómo se rueda en las etapas al sprint. Será una carrera muy dura y espectacular", explica.
Además, ha hecho una cosa que jamás había hecho: colgar la bici 0cho meses. "Es que la vaca estaba seca", bromea. "Lo que no voy a hacer es engañarme a mí mismo; he hecho caso a mi cuerpo y soy un ciclista que se guía por sensaciones; no me dicen nada los pulsómetros, las curvas de rendimiento y todas esas cosas". La única carrera por etapas que correrá es la Volta antes del Giro. "Para mí significa mucho porque sabré si me han ido bien estos ocho meses sin competir. Después, y antes del Giro, sólo correré Amstel y Lieja. Ya veremos si es poco, pero es lo que he decidido", asegura.
Ésta será la decimocuarta temporada como ciclista profesional, en la que ha estado en la ONCE, el CSC-Saxo Bank y el Cervélo actual. "Los cambios de equipo los he decidido yo al haber cubierto un ciclo. No soy conformista, tengo necesidad de aprender y lo sigo haciendo", comenta. Su salida del CSC estuvo inmersa en la polémica con Bjarne Rijs. "Traté de llevar las cosas lo más suave posible. Pero las dos partes se empeñaron en tener la razón y cuando cesa la comprensión mutua, la relación se rompe. Aquel Tour se vio bonito desde fuera pero por dentro había muchas cosas por organizar".
¿Y su opinión de la Volta cuál es? "Le falta un final en alto pero todo el trazado es 'rompepiernas'. No quiero dar nombres de favoritos pero me encantaría que mi compañero Xavi Tondo hiciese algo grande".