Hay algunos deportes especialmente contraindicados para la espalda, como por ejemplo el esquí acuático, el golf y la equitación, por ser actividades que fatigan mucho la zona lumbar.
También hay que recordar que, por mucha cantidad de ejercicios que realicemos, si están mal dirigidos no funcionarán. Es un error común de muchos programas de entrenamiento el concentrarse en los músculos de movilización más que en los de estabilización. Los músculos entonces son programados para repetir “los errores de movimiento”, conduciendo a los hábitos que refuerzan el dolor. Los músculos se acortan y estrechan debilitándolos, a no ser que emprendamos un reciclaje específico del grupo de músculos más débil.
Muchos deportes realzan activamente los desequilibrios del músculo, sobre todo en deportes asimétricos.