Revista Opinión

Cuando amantes, eróticos, creyentes y ateos viajan en el mismo autobús valenciano. Y, el humor mallorquín, cerrado con candado.

Publicado el 30 octubre 2011 por Santiagomiro
Cuando amantes, eróticos, creyentes y ateos viajan en el mismo autobús valenciano. Y, el humor mallorquín, cerrado con candado.Uno de los autobuses interurbanos con la publicidad de un club de alterne en su parte trasera. Foto de Juan Navarro.
Ante todo, hay que reconocer que el erotismo, lo mismo que el ateísmo y el nihilismo, son muy mal vistos por las autoridades valencianas. Pese a ello, los autobuses de Fernanbus S.A. (servicio discrecional y regular) que circulan por Valencia y sus carreteras, han sido los primeros en anunciar que el erotismo, el catolicismo, el ateísmo y el nihilismo pueden viajar con ellos, pese a las posibles protestas de cierto público o de las autoridades que pretenden imponer sus criterios sobre la publicidad. Los autobuses valencianos ya estuvieron, en marzo del 2009, envueltos en otra polémica relacionada con la publicidad, cuando vetaron una campaña de la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL), con el lema “Probablemente Dios no exista. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”. Ahora, el último intento publicitario ha recaído sobre los anuncios de clubes de alterne que han copado durante meses las nueve líneas de la Entidad de Transporte Metropolitano. Anuncios “a tamaño gigante y a la vista de todos –escribía Sergi Tarín el pasado martes–. Así se exhiben los anuncios de prostíbulos en Valencia, que han encontrado en la ETM (Entidad de Transporte Metropolitano) su mejor escaparate. Desde hace días, algunos de sus autobuses publicitan casas de citas en la parte trasera. Se trata de cartelones enormes que rebajan a la mujer a la condición de objeto de consumo. ‘Tu cita con el placer’, reza uno de ellos, mientras un grupo de adolescentes jalea el paso del vehículo. A la vista quedan direcciones, números de teléfono y webs. Basta hacer una llamada o entrar en internet para comprobar que se trata de clubes de alterne que ofrecen servicios de prostitución”. Según Mar Martínez, gerente de la AVM (Agencia Valenciana de Movilidad), de la que depende la ETM, la única solución para acabar con este tipo de publicidad sería acometer una modificación de la Ley de la Movilidad, cosa que, por el momento, no se plantea. Como tampoco se plantea el rescindir el contrato con las empresas que se enriquezcan con estos anuncios. “Esta publicidad no nos gusta especialmente, pero no podemos hacer nada para impedirla, la ley les ampara –señala Martínez– La AVM, según indica su web, tiene como función principal la coordinación entre los distintos modos de transportes metropolitanos y de estos con las administraciones”.
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Laura Seara, secretaria de Estado de Igualdad.



Horas después de que se publicaran estas declaraciones en la prensa, Mar Martínez, daba tres días de plazo a la empresa concesionaria del servicio para la retirada de los polémicos anuncios. El Gobierno valenciano se justificaba, asegurando que desconocía el contenido de la publicidad y la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, reconocía que le parecían “poco éticos”. Poco antes del anuncio de la Generalitat, Laura Seara Sobrado, la secretaria de Estado de Igualdad, condenaba los anuncios y anunciaba que el Instituto de la Mujer iba a actuar de oficio para forzar las retiradas de la polémica publicidad que circulaba desde hacía meses con total libertad. A su lado, Rocío Nieto, la presidenta de la APRAMP (Asociación para la Prevención y Reinserción de la Mujer Prostituida), aseguraba que, a su juicio, estaba demostrado que “detrás de cada anuncio hay una víctima de la explotación sexual”. Y Esther López Barceló, diputada autonómica de EUPV, registraba en las Corts (Parlamento de Valencia) una solicitud de comparecencia de la consejera de Infraestructuras, Isabel Bonig, para que explicase “por qué una agencia dependiente de su Conselleria –en referencia a la Agencia Valenciana de Movilidad (AVM)– gana dinero en publicidad haciendo abiertamente apología de la explotación sexual”.

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Isabel Bonig, consellera de Infraestructuras, Territoria y Medio Ambiente y presidenta responsable de la ETM.



Nombrada el pasado mes de junio por Francisco Camps, entonces presidente de la Generalitat, Isabel Bonig, la nueva consellera de Infraestructuras, Territoria y Medio Ambiente y presidenta responsable de la ETM, había asegurado, a principios de la semana, que le parecía “poco ética esa publicidad en un servicio público”, pero que no podían rescindir un contrato “así como así”. Un criterio que rectificaba posteriormente, al dar un plazo de los tres días. Al fin, la información fotográfica de los buses en cuestión, enviada hacía dos semanas por Inmaculada Gimeno, de Intersindical, al Instituto de la Mujer, a la Sindicatura de Greuges y a la Direcció General de la Dona, dependiente del Consell, surtía el efecto esperado. “Aunque sólo recibí contestación de los primeros –aclara Gimeno–, que me dijeron que lo estudiarían”. Marina Calatayud, de la Unidad de Coordinación contra la Violencia de Género de la Delegación del Gobierno, recalca que es “inadmisible que un autobús vaya por ahí ofreciendo esos servicios”. Una opinión que coincide con la de Amàlia Alba, de Dones Progressistes: “Tras estos anuncios, se esconden las mafias de trata”. Tanto Esquerra Unida como Compromís presentaron en Les Corts sendas preguntas a la consellera para que explicara la “tardanza” a la hora de reaccionar. “Lo que demuestra la doble moral del PP”, agrega la portavoz adjunta de Compromís, Mònica Oltra, para quien “los diputados conservadores nos hacen jurar delante de una cruz y después nos llenan los buses de Marías Magdalenas”.


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La Associació Valenciana d’Ateus i Lliurepensadors (Avall), que, en 2009, vio cómo el consistorio de Valencia, regentado por el PP, le denegaba los autobuses de la ciudad para difundir su campaña con el lema “Probablemente Dios no exista. Deja de preocuparte y disfruta de la vida”, protestaba igualmente por el cambio de actitud del Gobierno según sus intereses particulares. “A nosotros –dijo Antonio Pérez Solís, el presidente de Avall– no se nos permitió esa campaña por la presión de la Iglesia, que sí puede hacer anuncios contra el aborto o a favor de la visita del Papa, y ahora el Gobierno valenciano, también gobernado por el PP, admite algo socialmente reprobable como una publicidad de prostíbulos”.


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El mismo miércoles, Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, se lavaba las manos, advirtiendo que el Ayuntamiento no tenía ninguna responsabilidad en la inclusión de publicidad de clubes de alterne en los autobuses interurbanos. “No son autobuses municipales –advertía–, sino de concesión privada”. Los autobuses con la polémica publicidad dependían, en efecto de la Generalitat valenciana cuyo partido, el PP, domina tanto en ésta como en el Ayuntamiento valenciano. Barberá había vetado, en el 2009, la publicidad atea en los autobuses, con la excusa de que su inclusión le parecía un “disparate”. Pero, en esta ocasión no había dicho nada, pese a que los autobuses circularan por las calles con la citada publicidad. Tampoco se acercaba a toda la verdad al declarar que ni ella ni el Ayuntamiento “tenemos nada que ver con ellos” ya que, según la Ley de constitución de la Agencia Valenciana de Movilidad, una de las vicepresidencias correspondía “al alcalde de Valencia o al concejal en quien delegue”. Barberá insistía en que “es muy fácil echar la culpa al Ayuntamiento o venderlo así, pero, al no ser esas líneas municipales, sino por concesión privada, ni yo ni mi ayuntamiento tenemos nada que ver”. La alcaldesa consideraba un “bomboncito” la “oportunidad” de arremeter contra el Ayuntamiento conservador en el actual momento político, pero insiste en que se trata “de una información absolutamente falsa”. Y anunciaba que, desde el consistorio valenciano, “ya verán lo que hacen” después de “inculparlos”. “Alguna reacción tenemos que tener –se justificaba–, desde el Ayuntamiento, por la defensa de nuestros intereses y frente a la falsedad y la mentira”.

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Uno de los autobuses que circulaban por Valencia con un anuncio de un club de alterne. Foto de JUAN NAVARRO.


Se trata de una de las siete empresas subcontratadas por la ETM, de titularidad pública, para conectar Valencia con las poblaciones más cercanas. Un directivo de Fernanbus S.A. confirma a “Público” que recibió una llamada de la Agencia Valenciana de Movilidad, de quien depende la ETM, a través de la cual le conminaron a erradicar “lo antes posible” esa publicidad. Sin embargo, advierte que, hasta ese momento “ni habíamos visto las imágenes ni habíamos tenido queja alguna de usuarios. La propaganda no es de nuestra competencia, ya que la encargamos a Publicesa, una agencia de medios externa. Les advertimos que retirasen en tres días esos anuncios y no nos los sirvan más”. Y aquellas imágenes que, hasta hacía unos días, había circulado libremente por Valencia, “incumplen claramente los requisitos de imagen y de medidas de Metrobús (marca comercial de la ETM)”. Además, la AVM aludió a la ética: “Estamos analizando si estos contenidos incumplen la Ley de Publicidad a los efectos de adoptar las medidas pertinentes”. Y advirtió que quedarán “incluidos en la previsión anterior los anuncios que presenten a las mujeres de forma vejatoria o discriminatoria”.

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“Es incoherente que el PP vote en el Parlamento a favor de erradicar los anuncios de prostitución en los medios de comunicación y allí donde gobierna permita que se exhiban en autobuses urbanos”, denunció por su parte Leire Patín, ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad. Pajín lamentó que, en temas de Igualdad, todos los partidos políticos no remasen “en la misma dirección” y que la Generalitat valenciana hubiera permitido que, en los autobuses interurbanos dependientes de su gestión, llevasen anuncios que denigraban a la mujer y la redujeran a un mero objeto. Pajin añadió: “Y más, que se hayan justificado, diciendo que no pueden elegir a los anunciantes, cuando hace unos meses el Ayuntamiento valenciano, también del PP, vetó expresamente otra publicidad”. La ministra se refería a la campaña de la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL) con el lema “Probablemente Dios no exista…”. El veto a los anuncios de contactos en prensa contó con el visto bueno de todos los grupos parlamentarios y del Consejo de Estado, pero finalmente no saldría adelante en esta legislatura por el adelanto electoral. El candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, incluyó la supresión de esta publicidad entre sus promesas a cumplir, si salía elegido.

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Se ha dicho que, en Valencia, no sólo el erotismo, los creyentes y los ateos fueron clientes de los autobuses de línea, sino que el mismo Dios viajó en ellos. Sucedió hace casi tres años, en enero del 2009. “Cuando Dios baja de los altares y sube a los autobuses –escribió entonces, con cierta sorna, Pilar Rahoa en la Vanguardia–, se vuelve más simpático”. Durante algunos meses, Dios viajó en autobús en marcha, gracias al importe pagado por ciertos cristianos –“Dios existe. Disfruta de la vida en Cristo”, decía la publicidad– quienes se sintieron orgullosos de mostrar su presencia en los autobuses públicos. Luego fueron unos “laicos” los que anunciaron su máxima: “Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida”. En los últimos meses, las hostilidades entre los cristianos y los laicistas volvieron a resurgir en torno a los autobuses contratados por unos o por otros. Los primeros entraron a trapo calificando el lema de provocación y blasfemia, y contraatacaron con otro “bus cristiano” cuyo lema era “Dios sí existe. Disfruta de la vida en Cristo”.

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Los autobuses de Valencia fueron los primeros que llevaron esta publicidad o propaganda para convencer a sus clientes. Mensajes que fueron imitados por otros grupos en otras capitales, como el elegido por la revista “Pronto” que se incluyó en las traseras de los autobuses de Barcelona e ignoro si también en Madrid, bajo un eslogan que decía así:
“Hay autobuses que nos preguntan: ¿Dios existe o no?
Este autobús te garantiza que la revista Pronto existe".
La directora de la Agencia Valenciana de la Movilidad (AVM) indica que ya han hablado con la empresa cuyos autobuses han incluido publicidad de prostíbulos y que ésta la va a retirar “de manera inmediata”.

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Y del contenido publicitario de los autobuses valencianos, pasamos al humor de esta semana, con El bus nihilista, de Pustko, Las broncas entre cristianos y ateos, de Don Addis, Los casi cinco millones de parados, de Peridis, El cuento, de Medina, La realidad, de Forges, y La cadena perpetua, de J.R. Mora.
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Manel Fontdevila nos dibujó Curriculo, Mariano Oreja, que no, Mariano…, Rediseñando la Sanidad, Patronal y Freno a los abusos.

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Territorio Vergara nos muestra gráficamente el número caído esta semana, el de 4.978.300 millones de parados, Los banqueros indignados, La cumbre europea, UE y Úrkulo pide elecciones en Euskadi.


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Y Pep Roig dibuja: Pasamontañas fuera, El gran agujero, Dame algo, para los bancos, La lacra del paro y Prietas las filas.


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Por cierto, después de continuos y fracasados intentos provocados en los últimos años, el Museo del Humor de Mallorca sigue in albis. Tres años hace ya que la sede del humor mallorquín sigue en el limbo, cerrada a cal y canto.

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Pep Roig y Toni Rotger, presidente y secretario del Museo del Humor, en la presentación del mismo en Mallorca.

El día 9 de octubre de 2008 se presentaba, en el Teatro Xesc Forteza de Palma, el proyecto de creación del Museu de l’Humor en Mallorca que el público, los medios de comunicación y los representes políticos recibieron con una aparente gran acogida. El éxito de la convocatoria (no subvencionada) hizo pensar que pronto el Museu de l’Humor sería una realidad. Pero, tres años después, ni una sola de las promesas políticas prometidas para sostenerlo se han hecho efectivas. Tras el fracaso, en Palma, a finales del año pasado, fue presentada la propuesta al alcalde de Inca y a los representantes de los grupos políticos en la oposición. Todos se mostraron, igualmente, favorables al proyecto, aceptando, con palabras de aliento diplomático, una propuesta complementaria cultural y turística a la ya existente oferta comercial y de restauración de la ciudad. “No pedimos ninguna aportación económica –recuerda Pep Rog– sino un espacio público. Ha pasado casi un año y ningún organismo político ni social nos ha propuesto un lugar para levantar el Museo que sigue muerto y enterrado antes de haber nacido. Pero nosotros seguimos pensando que el nuestro es un proyecto factible, barato y básico para preservar todo aquello que tiene que ver con el humor, de ayer, hoy y mañana, relacionado con Mallorca, la Comunitat de les Illes Balears y del resto del mundo”.

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Ante el evidente fracaso de la promotora del Museo de l’Humor en Mallorca, Pep Roig, presidente del mismo, aprovecha esta entrevista para denunciar, al mismo tiempo, “otro caso de corrupción, esta vez, dentro de nuestra desorganizada organización, protagonizado por el secretario ex cojito, el conocido Toni Rotger, quien fue sorprendido (no es la primera vez) con las manos en la masa, aunque mejor seria decir ‘con las manos sobre las gambas de Sóller”. Y Pep Roig nos explica cómo, con la excusa de celebrar el tercer año de fracaso del Museo de L’Humores, “el susodicho secretario, no se sabe cómo, ha conseguido arramblar con todos los euros de las subvenciones recibidas del Govern balear (Gobierno balear), del Consell de Mallorca (Consejo de Mallorca) y de l’Ajuntament de Palma (Ayuntamiento de Palma de Mallorca) y lo ha gastado en 400 gramos de gambas de Sóller (de las pequeñas, esto sí) cocinadas y comidas en la sede de la Sociedad Protectora de l’Humor”. Claro que el susodicho presidente reconoce que “yo también las probé, pero sólo para poder conseguir pruebas contra el autor de este entuerto. Y no sólo esto, también pude constatar que comió calamarines, endibias, melón, vino, café y “güikki” (del barato). Ahora ya se sabe por qué, durante estos años, no hemos conseguido crear el Museu de l’Humor. No podemos culpar a los políticos que no cumplieron con el compromiso de ayudarnos, sino al vicio “gambil solleric” del secretario Toni Rotger, que gasta las subvenciones oficiales millonarias en gambas de Sóller”.

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De esta forma, queda denunciada, y no es la primera vez, la pasión por las gambas de Sóller que ha provocado que el escándalo moviera los cimientos del fracasado Museo del Humor. El secretario de la mencionada Sociedad Protectora del Humor se ha declarado culpable y confiesa que ya ha devuelto todas las gambas de Sóller que cogió. Y advierte a que quien quiera recogerlas que acuda a la “merdera” (antiguo lugar de vertido de las aguas residuales de Palma), que están, según indica, en el lugar en donde fueron a parar. Lo que supone un grave nivel de ignorancia por parte del secretario ex cojo y corrupto confeso, ya que, como todo el mundo sabe, la mierda ya no va a parar a la “merdera” sino a las depuradoras del Gobierno Balear.
Terminamos con tres vídeos.
La directora de la Agencia Valenciana de la Movilidad (AVM), administradora del transporte metropolitano, indicó que ya han hablado con la empresa...

La secretaria de Estado de Igualdad, Laura Seara, anuncia que el Instituto de la Mujer ha actuado “de oficio” para que se retire cuanto antes la publicidad de prostitución que exhiben algunos autobuses en Valencia y ha instado a la Generalitat Valenciana a que actúe “de inmediato”.

Finalmente, vean cómo el talento se puede proyectar sobre un muñeco movido por hilos, llegando a extremos inauditos.


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