Revista Religión
“Porque nadie puede poner un fundamentodiferente del que ya está puesto, que es Jesucristo”. 1° Corintios 3:11.
Hay quienespasan por una fase de querer hacer algo “grande” por Dios, como algo digno deun galardón y en medio del deseo, está el conflicto entre la definición humanadel éxito y la perspectiva de Dios al respecto.
Un díacuando buscaba describir cómo define Dios lo “grande”, me encontraba en unpueblito del estado de Minnesota; un lugar muy distinto de la gran ciudad deAtlanta, donde acababa de dar una charla a un numeroso grupo deadministradores.
El hoteldonde estaba entonces, también era muy distinto. El salón para losentrenamientos olía a moho y había muchos muebles arrimados a la pared deatrás. Me dijeron que ya estaba listo para la charla y me dieron escalofríos.Así que examiné bien el lugar y decidí que tal vez con unos manteles no severía tan mal. Me trajeron unos muy arrugados y procedí a plancharlos yo mismo.No queda de más mencionar que lo hice con mala actitud.
Empecé acuestionar lo que hacía en este pequeño pueblo y salón. Me sentí aislado y muyinsignificante, pero ahora estoy agradecido de que el Señor decidiera ayudarmea entender todo desde su perspectiva.
Era un díanublado y frío; sin embargo, sentí el calor de Dios sobre mí. Él tenía miatención. Ahí mientras planchaba, pude sentir la sonrisa de Dios en mi alma.Fue en ese instante que sentí como que me decía: “Lo que estás haciendo ahorame hace feliz”.
Mi preguntafue contestada y fue inesperado. No hacía nada grandioso, pero servir a otrosparecía ser importante para el Señor. En ese momento observé que esta obra queyo determinaba insignificante y que no iba a ser vista por otros, era notada porDios.
La sonrisade Dios me ayudó a ver lo que es realmente importante. Cuando lo que tenemos lousamos para mostrar el amor a otros, se produce un buen fruto, siempre quetengamos el fundamento de Cristo. Eso es un servicio grande en el reino deDios.
Oración:
Señor,enséñame a mirar los acontecimientos que ocurren en mi vida desde unaperspectiva diferente, en la que sienta que te agrado y que hago tu voluntad.Hazme sentir que estas cerca y que me sonríes con agrado. En el nombre deJesús. Amén.
Escrito porDebbie Rodgers. Escritora invitadaFuentes: Club 700