Revista Pareja
Existe una modalidad de agresividad e hiperactividad infantil que no deja de ser la manifestación nerviosa del niño frente a los problemas de pareja. Ciertos niños que llegan a consulta, suelen ser el reflejo de la situación personal de sus padres. Normalmente, los niños son muy sensibles a las crisis de la pareja, ya que al no poder hablar y expresarse como un adulto, suelen somatizar las tensiones de sus padres a través de una nerviosidad, que se manifiesta mediante ansiedad, angustia, miedos, obsesiones, hiperactividad, trastornos alimenticios, del sueño, etc.. Por mucho que los padres intenten que los hijos no padezcan de sus problemas, de manera inconsciente, terminan transmitiéndoselos. Como padres, debéis saber que los problemas de los hijos, suelen ser el reflejos de vuestros problemas, por eso siempre es necesario hablar con los padres y analizar el entorno familiar, para no diagnosticar equivocadamente un trastorno infantil. Lo interesante del psicoanálisis es que cualquier conflicto de pareja, con repercusiones en los hijos, tiene rápida solución siempre que los padres estén dispuestos a colaborar. Ceder en beneficio de la pareja y de los hijos es mejor que romper una estructura familiar ya creada. No querer ceder, no deja de ser una actitud soberbia que a la larga perjudica mas que beneficia.