El pelo nos preocupa, y muchas veces más de lo que creemos. Por tener demasiado, o demasiado poco, porque crece en lugares impropios, puede llegar a crearnos problemas emocionales.
Si mantenemos nuestro pelo sano podemos mantener nuestro equilibrio emocional en mejor estado.
Se puede mostrar el pelo triste y apagado, como síntoma de enfermedad en cualquier parte del cuerpo. Muchos problemas relacionados con el pelo son en realidad problemas de nuestra actitud ante él.
Si dejamos crecer al pelo a su aire, en general, toma buena forma. Podemos lavarlo dos veces por semana sin alterar el equilibrio natural de la grasa del pelo. Lo podemos rizar, ondular y, generalmente, cortar sin producirle graves alteraciones.
Lo peor que puede ocurrir es que se rompa a poca distancia del cuero cabelludo, si se riza demasiado. Incluso en este caso volverá a crecer. Pero debemos informar al médico si sufrimos una caída súbita de pelo. Existe una gran variedad de causas posibles, como el embarazo, efectos secundarios de un medicamento, enfermedades o anomalías glandulares.
En general, una vez localizada y subsanada la causa, el pelo crece normalmente de nuevo. Pero recomendamos una visita al doctor, qué es quién diagnosticará o eliminará posibles enfermedades.