El gateo es un punto clave en el desarrollo infantil, ya que abre las puertas de la exploración para el niño de una forma independiente. El bebé por fin podrá desplazarse donde el quiere. Vamos a ver en que consiste la fase del gateo en los bebés y como afecta al niño. Además de algunas actividades que podemos realizar con ellos para potenciar la fase.
¿Qué es el gateo?
Es la acción que utilizan los bebés para poder desplazarse. Antes de ser capaces de andar erguidos. Esta actividad supone un gran esfuerzo para el cerebro de los bebés, ya que por primera vez debe coordinar diferentes extremidades para que trabajen en equipo.
El gateo es una fase crucial en los desarrollos de los niños. Ya que no solamente significa madurez en las funciones cerebrales, sino que además la da al bebé la independencia que necesitaba para seguir con su aprendizaje.
Cómo se desarrolla el gateo.
Normalmente de un día para otro, vemos como nuestro bebé está gateando, no muy bien, pero ya se desplaza. Pero, la verdad es que es un proceso que ha comenzado meses antes para llegar a ese momento.
Todo comienza con la capacidad del bebé para empezar a sujetar su cabeza y tener más fuerza en los músculos del cuello. Esto le permite observar y mirar lo que el quiere girando el cuello a lo que le llama la atención. Hasta entonces el bebé mira hacia donde nosotros lo coloquemos.
Después de esto, el bebé deberá conseguir fuerza en la espalda, siendo capaz de permanecer sentado sin problemas. Además en todo este tiempo el niño ha estado calibrando las extremidades con su cerebro para poder controlarlas como el quiere.
Todo esto, añadido sus ganas de descubrir, de tocar de tirar de golpear y chuparlo todo. Van a hacer que quiera desplazarse para llegar. Poco a poco irá coordinando los movimientos para conseguir un desplazamiento más rápido y efectivo para el bebé. Esto es lo conocido como el gateo del bebé.
Un dato curioso es que no todos los bebés gatean. Algunos bebés pasan directamente a caminar sin haber gateado antes. Esto es totalmente normal y no tendrá ninguna repercusión en el resto de desarrollos del bebé.