El desarrollo lingüistico en los bebés es una de las fases más complejas en la evolución. De hecho nuestros primeros ancestros no eran capaces de comunicarse con sonidos complejos. Ha sido con el paso de miles de años. Que los humanos hemos conseguido desarrollar nuestra capacidad para emitir sonidos complejos y entenderlos. Hoy analizamos una infimesima parte del proceso y hablamos del “no”. El momento en que el bebé o el niño, comienza a entender el concepto de una palabra concreta. Consiguiendo que nos comuniquemos con el por primera vez de forma oral.
El lenguaje.
Es evidente que el lenguaje es uno de los grandes puntos que diferencia a los humanos del resto de los animales. Aunque es bien sabido que los animales son capaces de trasmitir información, ya sea a través de sonidos, movimientos, incluso bailes como las abejas. Los humanos fuimos más allá. Consiguiendo modificar nuestra garganta, para ser capaces de trasmitir nuestro conocimiento y sensaciones a los demás. Algo que parece bueno pero no vital. Pero, la verdad es que el cambio en el lenguaje lo cambio todo en nuestras vidas. Ya que lo que conseguimos no es hablar, sino conectar a todos los seres humanos entre si. Compartir conocimiento, trabajar en equipo de una forma más eficiente. Siendo un punto de inflexión en el desarrollo de la especie humana.
Todavía hoy me sorprende el comienzo del lenguaje en los niños. Como en un periodo de tiempo tan corto, son capaces de entender y expresar. Aunque muchas veces tenemos la idea erronea. Pensando que mi niño, ha empezado a hablar de un día a otro. Y no nos damos cuenta, de que desde que nació. No ha hecho otra cosa que recoger información en su entorno. Analizar y aprender. Nuestro cerebro, está preparado para asimilar y ser capaz de defenderse no solo en un idioma, sino en varios en menos de 3 años de vida. Algo totalmente sorprendente. Ya que una vez pasado estos años. El aprendizaje de otro idioma será una odisea.
Lo primero que entienden.
Los niños pasan por diferentes fases según aprenden un idioma. Aunque hoy no es el tema, ampliaremos el tema en nuestro blog. Primero los niños tienen que separar las voces familiares de los ruidos, música, televisión… Una vez que son capaces ignoran sonidos y ruiditos comunes. Y se centran en las voces de las personas cercanas a ellos. El siguiente paso que tendrán será el entender. Y durante un largo periodo de tiempo de meses, los niños serán capaces de entendernos pero no de expresarse. Y por fin, se iran soltando a hablar poco a poco. Aumentando su vocabulario considerablemente a diario. Las etapas son muy flexibles. Ya que todos los niños son diferentes. No podemos marcar un mes concreto en el que el niño debe estar hablando. Y de ello tiene responsabilidad muchas cosas, desde la capacidad del niño, su entorno, el número de idiomas a los que está expuesto. Así por ejemplo, cuando un niño se está criando bilingüe, el proceso es más lento, ya que es más complejo y el vocabulario al que está expuesto es el doble o incluso el triple en algunas casos.
¡No!
Cuando pensamos cual es la primera palabra que entiende un niño. Podemos asumir que no todos los niños aprenden la misma. Y la mayoría de las personas pensaríamos que es mamá o papá. Pero lo más normal es que sea algo tan simple como el “no”. Algo que resulta curioso, pero que en verdad es natural.
Tan solo tenemos que observarnos en nuestra función de padres y ver cuales son las palabras que más repetimos. Y voila, ahí lo tenemos. El no. Es posiblemente la palabra que más repetimos a los niños con enfasis y con un concepto muy sencillo para ellos. Además de estar asociado a un gesto de la cabeza que le resulta muy fácil de imitar.
Desde el no entres ahí, no te comas eso, no tires el juguete… Y algo importante es que normalmente cuando le decimos no, en ese momento interactuamos con él impidiendo que siga haciendo lo que está haciendo. Acelerando el proceso.
El no, lo usamos para prohibir, aunque en muchas ocasiones también lo utilizamos como llamada de atención al niño. Es una forma rápida de conseguir que nos preste atención. Desde el momento en que el niño entiende el concepto del no. Las cosas cambiarán, por fin podremos comunicarle algo. Y empezar a enseñarle a través del lenguaje.