Es una de las preguntas más frecuentes que recibo: ¿Cuándo es el mejor momento para despejar el caos? ¿Qué requisitos tengo que cumplir antes de empezar con el minimalismo? ¿Cómo puedo escoger el mejor momento para enfrentarme a lo que se ha acumulado a lo largo de los años?
Antes que saques tu agenda, déjame adivinar un par de situaciones en las que te puede asaltar esta duda:
Deberías revisar tu armario para sacarte encima la ropa que no usas nunca. Aunque quizás es mejor esperar el cambio de temporada para que sepas exactamente cuánto has utilizado cada prenda.
Miro al caos encima de mi mesa y se me hace difícil concentrarme. Cada papel, cada cosa me recuerda a una tarea (real o posible) que aún está pendiente. Aún así lo dejo para dentro de un mes, cuándo cambiaré la mesa.
Abres el armario empotrado porque crees recordar que en algún lugar guardaste las pilas de repuesto. Al ver la acumulación de trastos en la parte de arriba del armario decides hacerlo el fin de semana - o el próximo.
La mentira perpetua de que mañana tendrás más tiempo
Cuando llegue el cambio de temporada, cuando haya terminado este proyecto, cuando los niños vayan al cole, cuando haya conseguido esta promoción, ... hay miles de razones por las que esperar. Seguramente que dentro de poco mi vida de repente se tranquilizará, todos los imprevistos desaparecerán y finalmente me podré dedicar a las cosas que he dejado pendiente tanto tiempo. Cómo mi escritorio lleno de proyectos semi-acabados.
O eso me gustaría creer. La realidad es muy diferente, porque la vida es más espontánea que toda mi planificación. Sé que el momento que consiga todos mis planes actuales ya habré hecho mil planes más. Si en los últimos treinta y pica años mi vida no se ha tranquilizado, es muy poco probable que esto cambie de repente.
Tengo que aceptarlo. Mañana no tendré más tiempo. Si algo es importante para mi, tengo que hacer tiempo.
El mejor momento era hace un año, el segundo mejor momento es hoy
El minimalismo es una práctica, no es una actividad puntual. Despejar el caos es una herramienta para aclarar tu mente, para poner orden en tus ideas y para conocerte mejor a ti misma. Son aprendizajes que se acumulan y que enriquecen a lo largo del tiempo. Por lo tanto, el mejor momento era hace un año. Mientras no podemos retroceder en el tiempo, tu mejor momento es hoy. Ahora. Durante cinco minutos.
Tira una cosa que no has usado en mucho tiempo. Guarda un papel suelto de tu mesa. Escoge una prenda para donar. Borra tres archivos que no has abierto en tres años. No hace falta que reserves una semana entera para revisar toda tu casa. Puedes empezar hoy y crear tu pequeña rutina de revisión. No hay prisa. El camino es el destino.
Yo decidí dedicarle 10 minutos a mi escritorio. No está perfecto, pero desde luego escribir esta entrada fue mucho más fácil después de poner algo de orden (y tirar un millón de papeletas viejas).