Revista En Femenino

Cuando la gratitud hace daño a tu salud mental

Por Lucy Chibimundo @chibimundo

¿Cómo es posible que la gratitud sea mala para la salude mental? Si es una práctica mundialmente conocida y tiene hasta un refrán: «es de bien nacido ser agradecido». En realidad dar gracias es beneficioso de muchas formas. Hay estudios que indican que puede mejorar la salud física, mental, las relaciones y hasta el desarrollo profesional.

Pero, como muchas prácticas psicológicas, puede tener un impacto positivo o negativo según las circunstancias.

Cuando la gratitud invalida tus experiencias emocionales

No deberías sentirte así.

Recuerda que muchas personas lo tienen peor que tú.

¿Te han dicho alguna vez esa frase? ¿La has utilizado tú para hacer de menos tus problemas? En este caso es posible que hayas experimentado negativamente la gratitud. Al comparar tus circunstancias con las de los demás, corres el riesgo de minimizar y/o invalidar tus experiencias emocionales.

Por eso algunos estudios afirman que «la gratitud no debe practicarse de forma que nos comparemos con los demás. No se trata de quién lo tiene peor o mejor. Se trata de encontrar lo que está disponible para nosotros, aquí y ahora, que podemos apreciar».

Es importante que a la hora de practicar la gratitud no invalides tus sentimientos de estrés. Puedes tener ambos: un fuerte sentimiento de gratitud junto con sentimientos de tristeza, confusión o ansiedad. Una cosa no invalida la otra. La gratitud se convierte en algo negativo para tu salid mental cuando lo utilizas como arma para disminuir o descartar tus propias experiencias. Hay casos en los que puede ser una forma de gaslighting.

¿Qué puedes hacer para evitar minimizar e invalidar tus experiencias emocionales?:

Antes de centrarte en las prácticas de gratitud: experimenta y valida tus emociones. Céntrate primero en procesar emocionalmente tu realidad, sea laque sea. Recuerda que todas las emociones son importantes, incluidas las negativas, como la ira, la pena e incluso la desesperanza.

Es importante que no compares tus sentimientos, pensamientos o situación con los de los demás. En su lugar, céntrate en tus experiencias personales cuando practiques la gratitud.

Cuando la gratitud dificulta tu procesamiento emocional:

No sientas tristeza o ira; en su lugar, céntrate en lo positivo.

Hay momentos en la vida en los que necesitas sentir ira, tristeza o cualquier combinación de emociones, negativas o positivas. Cuando te permites experimentar tus emociones, haces que cambien y se conviertan en parte de tu identidad y de tu experiencia vital.

Si experimentas una pérdida, es importante que la vivas a tu manera en lugar de evitar el proceso de duelo, ya que esto podría afectar negativamente a tu salud mental y convertirse en un duelo patológico. Cuando no procesamos las emociones o las retrasamos se pueden dar diversos trastornos de salud mental.

Necesitas procesar tus emociones en lugar de evitarlas mediante la gratitud o las prácticas de mindfulness positivo. La gratitud o la atención plena positiva se vuelven tóxicas cuando nos presionan para reprimir o negar la importancia y las experiencias «negativas».

¿Qué puedes hacer para evitar obstaculizar tu procesamiento emocional?

Permítete sentir todas sus emociones (incluidas las negativas o dolorosas), además de experimentar la gratitud. Puedes lamentar activamente una pérdida y a la vez sentir agradecimiento por las personas y las cosas que no has perdido o por el tiempo que has podido pasar con lo perdido.

No fuerces la gratitud cuando te sientas molesto como forma de gestionar tus emociones. En su lugar, permítete experimentar tus emociones mientras reconoces que la gratitud no las detendrá ni las arreglará.

Si te cuesta acceder a tus emociones, intenta centrarte en las sensaciones físicas. Ten en cuenta la manera en que responde tu cuerpo cuando piensas o te sientes de una manera determinada. Deja que tu cuerpo experimente esas sensaciones. Si esto le parece demasiado abrumador, prueba con métodos de relajación corporal, que ayudan a procesar las emociones intensas.

Cuando la gratitud mantiene los problemas sistémicos perjudiciales:

Agradece lo que tienes en lugar de centrarte en lo que te falta.

Hay múltiples cuestiones relacionadas con el sistema superpuestas que impactan negativamente en tu salud mental, como el racismo, la desigualdad económica, el capacitismo y el sexismo (cishetero). No estoy aquí para hablar de cada uno de esos problemas que nos llevaría varios posts abarcar. Pondré como ejemplo para explicarme el «problema del capataz esclavo»: un esclavo que siente «gratitud» hacia su capataz (amo), que lo trata amablemente y con buena intención.

¿Hay algo de malo en que sienta gratitud? El amo, por muy amable o generoso que sea, representa a un miembro de un régimen opresivo, y cualquier relación entre un esclavo y un amo es inherentemente injusta. Cuando se expresa gratitud hacia estas personas es menos probable que dejen de apoyar el sistema.

Es más que necesario un cambio (o muchos) en el sistema en el que vivimos, yo he hablado en ocasiones del cuerdismo, y los sentimientos de gratitud por el status quo (el psistema), hacen que sea más difícil iniciar y promover cambios que tendrían un impacto positivo en el bienestar de las personas oprimidas. La gratitud como «positividad tóxica» sirve para mantener y reforzar el funcionamiento del capitalismo en los tiempos que corren e incluso utilizando los ejemplos anteriores; compararte con alguien con un trabajo en peores condiciones, aunque el tuyo no sea bueno, puede hacerte sentir mal.

¿Qué puedes hacer para ser más consciente de los problemas sistémicos?

Es vital reconocer los problemas sistémicos que te afectan negativamente y cómo coexisten con nuestros sentimientos de gratitud.

Te pido que utilices tu gratitud como una manera de formar parte del cambio sistémico. Por ejemplo, una mujer puede ofrecerse como mentora profesional para otras mujeres y trabajar para defender la igualdad salarial en su empresa.

Evita las trampas de la gratitud tóxica.

Y cambiemos el mundo a base de «gracias».

Referencias:

La foto de la cabecera es de Monstera y la descargué en Pexels


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