El aumento de temperaturas y los días más largos son para muchos motivo de ferviente alegría por la cantidad de alternativas de ocio que se abren, para otros en cambio es la causa de algunos malestares, bien lo saben los alérgicos.
Astenia viene del griego y significa "falta de fuerza o poder". Parece afectar especialmente a las personas entre los 20-50 años (clavado caigo en el medio) y mayor preponderancia en las mujeres que en los hombres (ya nos ha tocado).
Quizás vosotros también os halléis en este estado letárgico cuan osos despertando de la hibernación, por lo que os dejo algunos síntomas:
- Sensación de agotamiento físico y mental.
- Dolores musculares.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Pérdida de apetito.
- Disminución del deseo sexual.
- Cansancio y agotamiento.
- Menor atención y pérdida de memoria.
- Ánimo triste, decaído.
- Irritabilidad o cambios bruscos de humor
- Dolor de cabeza
- Apatía
- Debilidad generalizada
Si lamentablemente os reconocéis en estos síntomas no os preocupéis, la astenia primaveral no es una enfermedad es un trastorno estacional leve y pasajero, en dos semanitas nuestro cuerpo se habrá sintonizado con las temperaturas retornando la energía perdida.
En las farmacias puede que os recomienden complementos alimenticios, vitaminas… pero debéis saber que no existe ninguna medicación efectiva para la astenia primaveral.
Como supongo que el perezar en pijama en el sofá hasta que pasen estas dos semanas no será posible como me sucede a mí, existen algunos consejos que podemos aplicar:
- Dormir el tiempo necesario, lo ideal son ocho horas.
- Llevar una dieta equilibrada, con un aporte especial de alimentos energéticos: frutos secos, plátanos, legumbres, pastas y chocolate (perfecto ya tenemos la excusa).
- Práctica deportiva moderada.
- Reducir el consumo de excitantes como el café, el tabaco y el alcohol
- Establecer una rutina que implique mantener un orden.
- No culpabilizarte por no estar al 100% de tu rendimiento habitual, tu cuerpo también se merece un descanso.