Revista Arte

Cuando llega la primavera

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

Cuando llega la primavera parece que nos invade unas ganas de hacer cosas, de caminar, de salir al sol y disfrutar del aire libre tras los días fríos.

Los campos empiezan a teñirse de flores y los árboles nos ofrecen sus tempranas hojas recordándonos que la vida se abre siempre paso.

Podría recomendar el florecimiento que se produce en Japón de sus famosos cerezos, y aunque la escena promete ser más que bella, esta vez no hará falta irse tan lejos para disfrutar de tal bucólica estampa.

Existe un rinconcito en Extremadura donde llegada la primavera cientos de cerezos nos reciben con sus flores blanquecinas, el Valle del Jerte. Situado en la provincia de Cáceres, fue declarado espacio natural protegido allá por los años 70 del siglo XX, y no solo esconde cerezos, si no también esconde diversas actividades, desde senderismo a deportes de riesgo. Yo os vengo a proponer dos sencillas rutas, aptas para toda la familia (incluidas mascotas), para poder comenzar a disfrutar de la llegada del buen tiempo. Así que cojan su mochila y las botas de trekking, que nos ponemos en ruta.

Garganta de las Nogaledas

Para poder llegar a este paraje hay que dirigirse al pueblo de Navaconcejo. Desde allí sale la ruta que se encuentra perfectamente señalizada, y lo mejor es que la ruta es circular, es decir, que se termina en el mismo pueblo, por lo que no hay que preocuparse por la vuelta o terminar en otro punto que requiera un transporte alternativo. La dificultad no es elevada, pero si es una constante subida bordeando bosques de nogales (de la que recibe su nombre) y el río, el cual nos va regalando diversos saltos de agua y formas caprichosas de las piedras durante los 5 kilómetros aproximados de recorrido. Hay que tener cuidado a la hora de hacerse fotos en ciertos puntos que realmente llaman la atención para ello, pues las rocas están resbaladizas y podemos sufrir un percance serio. Para comer, yo recomiendo llevar bocadillos o lo que más nos guste y disfrutar de un picnic, ya que al ser una ruta corta podremos tomarnos más descansos y más tiempo para completarla. Seguro que los más peques se lo pasarán en grande explorando un lugar que normalmente no se encuentra en su vida diaria.

Al terminar la ruta, no deberíamos irnos sin reponer fuerzas en alguno de los establecimientos del pueblo y hacernos con alguno de los manjares que nos ofrecen, como mermelada de cerezas o algún queso.

Cuando llega la primavera

Garganta de los infiernos

Otra de las Reservas Naturales que alberga Cáceres. Se trata de un lugar que muestra unos paisajes de gran belleza. La zona estrella y la ruta más transitada es sin duda aquella que nos lleva a Los Pilones, que no es más que una curiosa formación geológica en las rocas del río que las transforman en pozas, permitiendo algunas el baño (solo apto para valientes). En el tiempo bueno se encuentra muy transitado, además de que la ruta es fácil por lo que es apta para toda la familia. Al inicio encontramos esplanadas con zonas de merendero y negocios, así como zona de parking cosa que nos indica que se trata de una de las rutas estrella del Jerte. Durante la ruta podemos admirar de lejos otra de las muchas cascadas de esta zona protegida, El Manto de La Virgen, otra ruta disponible, aunque de mayor dificultad.

Lo más importante a la hora de hacer estas rutas y escapadas a la naturaleza es tener en cuenta que estamos en un espacio protegido. Cada acción que realizamos tiene un impacto en el entorno, por lo que, si acudimos, deberemos procurar respetar el lugar, llevándonos la basura que generemos con nosotros, no tirando colillas al suelo y creo que tampoco haría falta decir que realizar fuego está totalmente prohibido. Dejar un entorno limpio es tan necesario tanto para el bienestar natural, como para tener una experiencia placentera.


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